Si tu hijo o hija padece diabetes, no debes angustiarte en exceso por las comidas que puede tomar o lo que le sentará bien o mal. A continuación te vamos a presentar una pequeña guía de alimentación para niños y adolescentes con el fin de aclarar algunas dudas que suelen preocupar a los padres en el aspecto de su dieta diaria. Por supuesto, la visita al endocrino es obligada para resolver en mayor medida y de forma más exacta esos 'miedos'.
La diabetes es una enfermedad que actualmente afecta a algo más del 10% de personas en España. Dentro de ese porcentaje, aumenta cada día más el número de casos de niños menores de 15 años. La infancia y la entrada a la adolescencia son edades complicadas y más aún si su enfermedad le hace tener que seguir unos hábitos diferentes al resto de sus compañeros. Por ello hemos de intentar hacerles la vida más fácil y adaptar su alimentación al menú habitual de cada hogar.
Nociones básicas
Lo primero que debemos procurar es que nuestro hijo no se sienta diferente al comer platos distintos al resto de la familia. Por ello es recomendable que el menú familiar sea similar para todos, aunque el niño con diabetes deba ajustar su cantidad y horarios a la prescripción médica.Por otro lado, hay que tener en cuenta su edad, para elaborarle un menú acorde con sus necesidades donde el ejercicio físico que realiza o el proceso de crecimiento en el que se encuentra son datos muy importantes.
La dieta de un niño o joven con diabetes debe contener hidratos de carbono, esenciales para la capacidad energética, proteínas para el correcto desarrollo de los tejidos, y grasas que hagan la función de reserva. Las sales minerales y las vitaminas son muy importantes para que el organismo pueda realizar sus funciones con normalidad. Como se puede observar, los nutrientes que necesita no difieren de los de cualquier otra persona.
Conoce de cerca los alimentos
Para conseguir una dieta sana y equilibrada es conveniente hacer confluir todo tipo de alimentos. Con el fin de obtener los mejores resultados, os hacemos un breve resumen de los imprescindibles en todo menú:Carnes: suelen contener, aproximadamente, un 20% de proteínas y un 15 % de grasas. Evitaremos ingerir carne de cerdo todos los días, al tener mucha grasa. Lo indicado es consumir 10 gramos de carne por cada año de edad y ración.
Lácteos: la leche es un alimento completo, por lo tanto sus derivados, como yogures o quesos, también. Se recomienda tomarla semidesnatada, ya que contiene menos grasas.
Verduras y hortalizas: producen un gran aporte de sales minerales, vitaminas y fibra. En todas las comidas debería incluirse una ensalada. Las verduras es mejor consumirlas crudas, ya que al cocerlas pierden vitaminas.
Frutas: compuestas por hidratos de carbono, fibra y vitaminas. Ocurre igual que con las verduras, que crudas conservan todas las vitaminas.
Huevos: ricos en grasas y proteínas.
Mariscos: muy bajos en grasas y ricos en sales minerales.
Pescados: los blancos son mucho más ligeros en grasas que los azules.
Legumbres y tubérculos: las primeras contienen hierro, calcio y proteínas, mientras que el producto estrella dentro de los tubérculos es la patata, gran fuente de hidratos de carbono.
Es muy importante no consumir alcohol, ya que puede provocar hipoglucemias nocturnas. En la adolescencia, con la existencia del 'botellón', hay que incidir en esta peligrosa cuestión.
Notas útiles
Es normal que los padres se preocupen cuando su hijo diabético ha de comer fuera de casa. Para evitar esa angustia, ya que además conforme va creciendo la situación se repite cada vez más, es muy recomendamos educar a los niños desde el inicio de su enfermedad para que sepan perfectamente qué pueden o no comer o de qué abusar o de qué no y, en el caso de que desconozcan el componente de algunas comidas, lo pregunten.
La bollería industrial está totalmente desaconsejada para las personas con diabetes, así como los refrescos que no indiquen específicamente que contienen menos de 1 kilocaloría. Los dulces elaborados en casa son la mejor opción para ellos. Se usarán edulcorantes como sustitutos del azúcar. Lo mismo ocurre con los alimentos para diabéticos: sólo los compraremos cuando cuenten con un completo etiquetado.
También es muy importante que no realicen ejercicio físico previo a las comidas, debido al riesgo de sufrir una hipoglucemia. Además, es muy aconsejable que lleven siempre consigo cualquier producto que les aporte glucosa para poder contrarrestar los efectos de una bajada de azúcar.
Siguiendo las pautas médicas y haciendo que los hijos sean conscientes de su enfermedad y de cómo tienen que alimentarse es la mejor forma de hacer que la diabetes pase casi desapercibida por sus vidas.