Su preparación es muy sencilla y no tiene secretos. Tienes que empezar por batir dos claras de huevo hasta que empiecen a hacer espuma y, a continuación, incorporar 250 gr de azúcar glas poco a poco por un tamiz mientras mezclas con una cuchara de madera. Agregas unas gotas de limón y un poco más de azúcar, 250 gr, pasándolo previamente por el tamiz. Por último, sólo hay que trabajar la glasa hasta que quede bien sedosa y añadir el colorante del color elegido. ¡Ya sólo te queda ponerla en el postre que prefieras!
La glasa real es un cobertura poco líquida por lo que, si quieres trabajarla mejor, añádele dos o tres cucharadas de leche antes de empezar a utilizarla. Otro truquito que debes conocer es que, si no vas a utilizarla inmediatamente después de su preparación, cúbrela con un paño húmedo y resguárdala en un lugar fresco.
Por si todavía tienes alguna duda sobre su realización aquí te dejo un video explicativo que te será muy útil.
¿Conocías la glasa real?, ¿en qué la utilizas?