Año nuevo, vida nueva dicen.
No sé que me deparará el 2014. El 2013 ha sido duro, mucho, más de lo que nunca hubiese imaginado, en muchos aspectos.
Pero también gratificante en cuanto al trabajo, he conseguido hacer y dedicarme a lo que más me gusta en este mundo teniendo una empresa propia junto a dos socias. Todavía queda mucho trabajo por delante, mucho esfuerzo y muchas horas, pero saldrá, poco a poco y siguiendo luchando por ello.
Y creo que muestra de ello es que, de casualidad o no, nos hayan elegido para hacer unos productos para un anuncio de televisión.
Cuando un miércoles, hará ahora tres semanas, Eloy apareció por la tienda para comprar material para hacer unos cupcakes y galletas para un rodaje, no nos imaginábamos ni por asomo, en lo que nos veríamos envueltas en cuestión de a penas dos días.
El viernes por la mañana volvió a acercarse por la tienda a por más cosas y a primera hora de la tarde nos llamó Cristina, una de nuestras clientas y quien había recomendado a Eloy que fuese a comprarnos el material, para ver si podíamos hacer unas 60 galletas y otros tantos cupcakes y decorar unos cuantos de ellos para "dentro de unas dos horas, ¿es posible?".
Pues, a parte de la cantidad de pedidos que teníamos para ese fin de semana, hacer unas galletas y decorarlas en dos – tres horas, es técnicamente imposible.
A parte de hacer la masa, dejarla enfriar, cortar y hornear las galletas deben enfriar antes de poder decorarlas, y, para que estén perfectamente frías, hay que decorarlas de un día para otro.
Resulta que se iba a rodar un anuncio en el que querían que apareciesen unas galletas y unos cupcakes perfectamente hechos y luego los actores trataban de hacer esos mismos. Y nuestro trabajo era hacer los modelos que habían elegido de productos tanto perfectos como los "menos perfectos", que saldrían haciendo los actores.
Desde el viernes, hasta el domingo por la tarde estuvimos enredadas entre cupcakes, galletas, mails, llamadas, pruebas, visitas de Cristina y de los de la productora.
Los perfectos están bien, pero con menos puntos en las galletas de la abuela, el Papá Noel con rayas en el bigote,?
Y los imperfectos. Mis socias pensaban que yo entraba en estado de shock en algún momento, dada mi tendencia a "la perfección" el hacer algo tan mal como los de la agencia de publicidad pretendían, le parecía que me iba a volver loca de un momento a otro.
Yago, el ayudante de dirección, me dijo "prueba con la izquierda" (soy diestra), vale. "No puede ser que los hayas hecho con la izquierda" ¡Pues sí!
Pusimos a Mabel, que voluntad toda la del mundo, pero maña con la glasa pues?., tampoco eran suficientemente imperfectos.
Al final dimos con el punto de imperfección deseado y por fin nos desvelaron de quien era el anuncio ¡Vodafone!
Para estrenarnos en la tele no está nada mal ¿no?.
Estas estrellitas también tuvimos que hacerlas, pero al final no se usaron para el rodaje.
Después de tres días de estrés y mucho trabajo, el lunes tuve jornada maratoniana en el rodaje del anuncio, de siete y media de la mañana que empezamos a nueve y pico de la noche que yo terminé. Todavía se quedaron gravando las últimas tomas de este delicioso árbol de Navidad
Fue una experiencia estupenda, cansada no, lo siguiente, pero muy gratificante.
Nunca había estado en un rodaje y me gustó ver qué hay detrás de esos anuncios de 20 segundos, un equipo grande, de comunicación, producción, cámaras, arte,?, mucho trabajo, todo muy rápido, muchas horas, y luego, tomas de milésimas de segundo.
Rodamos en dos casas distintas.
En la primera nos colocaron a Cristina, que se encargaba de la parte de los aperitivos y la decoración de las escenas de las fotos, y a mi en el garaje con todo lo necesario para que montásemos nuestro taller y nos pusiésemos manos a la obra para tener todo perfecto para el rodaje.
Los platos perfectos se preparaban para ser fotografiados, ya que en el anuncio aparecerían en una Tablet donde los actores se fijarían para hacer los suyos.
Mientras, se rodaba con los actores y los productos "imperfectos".
Virginia! Se ha atascado la boquilla? Quítale la boca a las abuelas (que llamaban ellos a las muñequitas de jengibre)? Ponlas más feas? Decora más galletas?. Hasta las tuve que secar con secador para que no saliesen más brillantes que las que ya iban preparadas, jajaja?.
¿Suficientemente imperfectas?
Parece que todo marchó bien hasta la hora de comer.
A mi me mandaron ya para la segunda casa con parte del equipo y se quedaron rodando en la primera unas últimas tomas que se retrasaron más de lo esperado y que, no sabemos por qué, al final no salieron en el anuncio. Eran las de este monísimo aperitivo
Y en nuestro segundo destino nos prepararon esta preciosa carpa al aire libre, bajo la luz de las estrellas y la pelona que estaba cayendo. Eso sí, con un buen calefactor al ladito no nos fuésemos a quedar tiesas mientras preparábamos cupcakes y un pino de Navidad de queso, jajaja?
Me fui reventada pero contenta. Conociendo un poquillo más de ese mundillo y agradecida a Cristina y todos los del equipo de la productora que fueron encantadores, que me ayudaron en todo y más, que me contaron todo lo que les pregunté y que me trataron estupendamente.
No sabíamos cuando lo iban a emitir y el domingo siguiente paseando por Madrid me lo encontré en un árbol de Navidad de Vodafone en plena Gran Vía.
No os podéis imaginar mi cara. Medio pachucha y afónica que iba y gritando "nuestras galletas!!!!!, nuestros cupcakes!!!!" La gente me miraba con cara de "ésta que dice, está loca".
Pero no, no lo estoy, eran los nuestros y nos sentimos muy orgullosas de ellos y de que nuestro trabajo y dedicación a esta profesión que tanto amamos se haya visto un poquito más gracias a este anuncio.
No hemos conseguido encontrar el anuncio por la red, así que aquí os dejo la grabación cutrecilla que pudimos hacer con el móvil y mi estado de emoción cuando me encontré de frente con él.
Muy feliz año a todos y luchad por vuestros sueños, estoy segura que al final, todos podemos conseguirlos.