Trucos para conseguir el macaron perfecto, así qhe titulado el post de hoy porque quiero que vuestros macarons os queden así y que las tentativas frustradas desaparezcan de vuestras vidas, lo reconozco, no es nada fácil, pero se pueden hacer…Adoro los macarons, son mi debilidad, podría comer kilos de ellos, cuando estuve en París comí muchísimos, me parece un bocado absolutamente exquisito, suave, delicado, perfecto…
Los diez mandamientos del Macaron Perfecto
Es necesario tener preparado de antemano todos los utensilios que vamos a usar para elaborar los macarons, principalmente las bandejas de hornear. Para conseguir todos los macarons del mismo tamaño existen dos métodos. El primero es hacer pequeños círculos del mismo tamaño, puede ser con una moneda, sobre un papel de hornear.
Muy importante contar con un termómetro de horno.
El segundo método es encima de unos tapetes de silicona con los círculos ya prehechos para que salgan todas las conchas iguales.
Es importante tener uera la báscula de cocina, una batidora con varillas, un tamizador, los colorantes que vayamos a utilizar siendo los ideales en forma de gel o polvo que no licuan la mezcla y un termómetro de cocina.
La almendra hay que tamizarla varias veces hasta conseguir un polvo muy fino, el azúcar glas solo necesitaremos pasarlo una vez.
El merengue: para la elaboración de los macarons existen dos métodos según el tipo de merengue empleado, el francés y el italiano.
Antes de meterlos en el horno, hay que dejar reposar la masa hasta que se forme una fina costra sobre cada concha. ¿Cuánto tiempo? Yo normalmente los dejos un par de horas, aunque depende de la humedad (si la hay habría que dejarlo más).
Cada horno es un mundo. Más o menos son entre 10 y 15 min a 150º hasta que se despeguen sin problema. Si nos pasamos quedarán duros y si nos quedamos cortos pueden quedar huecos y gomosos.
El secreto para conseguir un macaron perfecto es seguir los pasos al pie de la letra, medir exactamente los ingredientes, dejar reposar el tiempo idóneo y hornear con un control de la temperatura muy exhaustivo.
Sacamos del horno los macarons y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla, sin quitar la bandeja. Cuando enfríen, los guardamos en un recipiente cerrado y guardamos en la nevera o congelamos durante un par de días, aunque podríamos dejarlos congelados por mucho más tiempo.
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