Hacía tiempo, siglos, milenios... que no hacía macarons y les estaba empezando a coger miedo. La verdad es que es un postre delicado y delicioso pero lleva su tiempo. No puedes hacerlos deprisa y corriendo porque de esa forma no van a salir bien. El secreto es la paciencia y el mimo. Me armé de valor y me puse a hacer macarons de nuevo y aquí tenéis el resultado: macarons de café, chocolate y caramelo, una combinación que me encanta.
La verdad es que son un postre muy versátil y siempre que quiero prepararlos nunca sé de qué hacerlos. Creo que la próxima vez me animaré con algún sabor más especial, más coloridos... ¿Qué tal de violetas? ¡Pueden quedar fantásticos! Estos de café tienen un aroma especial, que combinados con el chocolate y el caramelo se convierten en una delicia a la que nadie se puede resistir.
No tenía esperanzas en que me salieran bien... Hacía tiempo que no los hacía y ya no confiaba en mis habilidades... cuando vi que empezaban a salir los pies empecé a emocionarme... pero ya saber que hasta que no los sacas del horno no las tienes todas contigo... A esperar... Pero al final el resultado ha sido aceptable, ¿no os parece?
El perfecto acompañamiento para el café o el té: Macarons de café, chocolate y caramelo ¡Tenéis que probar a hacerlos en casa, son deliciosos!
Los macarons tienen una fama que les precede de ser muy complicados. Yo creo que la clave está más en la paciencia. No son un dulce que se haga con rapidez, hay que hacerlo con mimo, saber que te va a tocar esperar un rato y que tienes que hacerlo unos días antes para que quede perfecto. Ese es el secreto de unos buenos macarons. Probadlos en casa, porque al final no es lo mismo comprarlos que prepararlos tú mismo. ¡Os lo aseguro!
MACARONS DE CAFÉ, CHOCOLATE Y CARAMELO Dificultad: Media
Horneado: Sin horno
Tiempo: 12 mins (aprox)
Temporada: Sin temporada
Raciones: 35 macarons, más o menos
Etiquetas: Aperitivo, Postre
Trotamundos: Europa
Adaptada de: Un pedacito de cielo
INGREDIENTES
Para los macarons
Para el mazapán:
150 gr de azúcar glas
150 gr de almendra molida
55 gr de clara de huevo natural, no pasteurizada
Dos cucharaditas de café soluble
Para el merengue:
150 gr de azúcar blanco
50 ml de agua
55 gr de clara
15 gr de azúcar
15 gr de cacao puro sin azúcar
Para el relleno
300 gr de chocolate negro
200 ml de nata (crema de leche)
Para el caramelo
250 gr de azúcar normal
75 gr de mantequilla
200 ml de nata (crema de leche)
Una cucharadita de vainilla en pasta
CÓMO SE HACE- Comenzamos con los macarons. Hay que hacer dos cosas: merengue italiano y mazapán. Comenzamos entonces con el merengue italiano.
- Ponemos en un cazo el agua con el azúcar y lo llevamos a ebullición. Introducimos un termómetro y cuando veamos que alcanza los 100ºC empiezas a batir en tu batidora las claras con los 15 grs de azúcar restantes. Tienen que estar ligeramente batidas antes de echar el almíbar.
- Cuando el almíbar alcance los 118ºC lo apartamos del fuego y sin dejar de batir, se lo incorporamos al merengue en forma de hilo.
- Una vez incorporado el almíbar, sin dejar de batir, dejamos que se vaya enfriando. Yo lo que hago es tocar el vaso de la batidora y cuando ya no queme, es que lo tenemos listo. Paramos de batir. Dejamos que enfríe del todo.
- Toca preparar el mazapán. Comenzamos mezclando la almendra con el azúcar glas y el café. Esta parte que viene es la peor: tamizamos dos veces la mezcla, hasta conseguir una mezcla fina. Es la mejor forma de que nuestros macarons salgan lisitos y sin grumos.
- Incorporamos a la mezcla las claras sin montar con una lengua de cocina. Mezclamos bien hasta que esté todo bien integrado. Tienes que tener en cuenta que al incorporar el merengue el color baja de intensidad, así que si queremos podemos añadir un poco de colorante marrón para que no queden muy pálidos.
- Toca hacer el macaronage. Mezclamos con una espátula el merengue con el mazapán hasta que al dejar la masa caer sobre sí misma esta se pliega.
- Preparamos una manga pastelera con una boquilla redonda de 10-8mm. Llenamos la manga.
- Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear. Yo tengo una plantilla de círculos hechos que pongo debajo del papel de hornear para guiarme. Con la manga en vertical, vamos formando círculos de masa sin apoyar en el papel. Cuando llegue al borde del círculo, retiramos.
- Tamizamos cacao puro por encima de los macarons para hacer esas motas de cacao sobre ellos.
- Dejamos secar hasta que veamos que al tocarlos están secos y no queda marca en el dedo.
- Precalentamos el horno a 140ºC con calor arriba y abajo. Cada horno es un mundo y vosotros sois los que iréis viendo cómo os funciona la temperatura...
- Horneamos durante 12-15 minutos, hasta que veamos que se separan del papel de horno. Repetimos con todas las hojas de papel de horno con masa que tengamos.
- Dejamos enfriar durante 24 horas antes de rellenar. Yo las he guardado en una caja metálica.
- Ahora vamos a preparar el caramelo o toffee. En un cazo ponemos el azúcar a fuego medio alto. Podemos mover con cuidado sin arrastrar lo que se queda en los bordes. Para evitar que se hagan cristalitos en el borde, usamos un pincel humedecido en agua y pincela el borde por dentro.
- Lo mejor es ir midiendo la temperatura con un termómetro de azúcar. Cuando llegue a los 120ºC estará listo para seguir.
- Retiramos el caramelo del fuego y añadimos poco a poco la nata (crema de leche). Removemos y disolvemos integrándola con una cuchara de madera o una espátula, sin prisa. Ten cuidado con los salpicones.
- Una vez esté la nata (crema de leche) integrada, incorporamos la mantequilla. Dejamos cocer un poco removiendo constantemente.
- Dejamos enfriar por completo antes de usar. Reservamos.
- Para el ganache de chocolate picamos el chocolate en trozos iguales.
- Calentamos la nata (crema de leche) en un cazo, cuando esté a punto de hervir vertemos sobre el chocolate, esperamos un minuto y removemos hasta mezclar bien.
- Dejamos templar antes de rellenar los macarons.
- Llenamos una manga pastelera con ganache de chocolate. Cogemos una coquilla o base de macaron y hacemos un círculo, con agujero en medio, sobre la parte plana. En el centro colocamos una cucharadita de toffee. Cubrimos con otra base de macaron o cosquilla. ¡Ya tenemos un macaron listo! Acabamos de rellenar todos.
- Dejamos 24 horas en una lata bien cerrada, es mejor consumirlos pasado ese tiempo.
- Servimos acompañando un café, té o en algún postre.
¡A disfrutar!