Cuando los días pasan y las horas se quedan cortas, es importante priorizar y decidir qué es lo importante.
La comida de nuestros hijos, y la nuestra, debe ser esa gran prioridad, el número uno en la lista de cosas que hacer.
Sin embargo, hay veces que el mundo se pone en nuestra contra, toda nuestra planificación se desbarata y necesitas ayuda.
Sabéis que en La Cocina de las Ideas nos encanta organizar la cocina para que los peques coman siempre sano y sabroso, pero también nos encontramos algunas veces con contratiempos o situaciones inesperadas que nos trastocan los planes.
En esos casos, por ejemplo para solucionar una merienda, me gusta tener opciones cerca que respondan a mi misma filosofía de vida: productos sanos, pensando en nuestros hijos.
El año pasado en Biocultura, descubrí una marca que me pareció extraordinaria para esas situaciones. Se llama Hipp Bio, y preparan sus propuestas con ingredientes 100% orgánicos: frutas, cereales, verduras, carnes y pescado.
En aquella ocasión, yo llevaba merienda para los niños, pero no fue suficiente, tenían más hambre, así que después de leer etiquetas y más etiquetas encontré un stand con Hipp Bio.
Y me convenció lo que vi. Tienen unas bolsitas de fruta, muy cómodas para llevar y comer fuera de casa, con ingredientes sanos y con un sabor que convenció plenamente a mis hijos.
Y es que, ya dije más veces que en este blog, no queremos compartir mal rollo. No hablamos de lo que no nos gusta, directamente lo obviamos, pero sí nos gusta dar a conocer propuestas útiles para los papás y las mamás, productos que a nosotros nos han gustado.
Hipp Bio ofrece alternativas de alimentación, para momentos puntuales. No pretende sustituir, y no debe hacerlo, a la alimentación sana y casera que hacemos en casa. Es una propuesta muy útil para aquellos días en los que la hora de la merienda nos pilla sin nada y en la calle, o aquellos viajes inesperados en los que tu hijo tiene que comer y sabes lo que no quieres darle.
Hipp Bio lleva desde mediados del siglo XX, eso es mucho tiempo, perfeccionando sus propuestas de alimentación infantil, y hoy cuenta con una amplia variedad de productos: leches de continuación, tarritos de carne y pescado con verduras, cereales, tortitas de arroz y mijo, zumos naturales, bolsitas y tarritos de fruta…
Trabaja con ingredientes sin químicos, partiendo de la agricultura biológica, muy respetuosa con el medio ambiente y con la salud individual.
Son extremadamente cuidadosos con los productos que ponen a la venta, ya que su público son niños pequeños, con su sistema inmunológico en formación. Por eso someten a controles exhaustivos cada uno de sus productos. Por ejemplo, el contenido de cada tarrito pasa hasta 260 controles para garantizar la seguridad.
Además, son firmes defensores de la lactancia materna, sin renunciar a que una lactancia artificial sea de la máxima calidad. Y eso me gusta especialmente. Me gusta que se respeten opciones, y que se faciliten siempre alternativas saludables para mejorar nuestra vida.
La salud de nuestros hijos es el mejor regalo de futuro que podemos hacerles. Enseñarles, ayudarles a alimentarse bien, es una garantía para el día de mañana.
Por eso me ha gustado esta marca.
Como ya he dicho, no es habitual que tengamos que optar por comprar comida ya preparada para los más peques. Mis hijos, siempre han comido comida casera, pero me tranquiliza saber que, cuando necesito una alternativa sana en un momento puntual, puedo encontrarla aquí.
Porque las casas perfectas, en las que la cocina siempre está preparada para lo que venga, no existen. Es cierto que planificar ayuda mucho, pero a veces el caos se apodera: virus, trabajo, visitas inesperadas, problemas repentinos… Y en esos momentos necesitas ayuda.
Esta semana nos ha pasado. Llegan los catarros, fiebres, noches sin dormir y más trabajo que nunca. He pasado más horas fuera que dentro de casa, sin orden, luchando contra los contratiempos.
Así que he optado por llevarme de merienda para el más pequeño el tarrito multifrutas de Hipp Bio. Sin conservantes, ni colorantes, ni aromas. En la lista de ingredientes nos dicen que un 95% es fruta, y toda procedente de la agricultura biológica.
También le llevé las tortitas de arroz, que cuentan con un único ingrediente: arroz biológico.
Mi peque devoró las dos cosas. Y yo me quedé tranquila, porque sin poder hacer más, sabía que le estaba dando un producto de calidad.
Su filosofía no es la de sustituir la comida casera, es la de ayudarnos cuando lo necesitemos. Su máxima es: “Donde tú no llegas, estamos nosotros”. Y lo consiguen.
Los padres y madres, queremos lo mejor para nuestros hijos, queremos que estén sanos, que crezcan, que aprendan, que no sufran, que nadie les haga daño…y eso implica también ayudarles a alimentarse bien. Porque comer mal, les acabará haciendo daño.
El mundo actual en el que vivimos, no nos ayuda a encontrar alternativas sanas y rápidas para alimentar a nuestros hijos en los días en los que ya no puedes más. Por eso, me convenció la filosofía de esta marca. Son propuestas sanas, para momentos puntuales.
¡Espero que te guste esta marca tanto como a nosotros!
¡Nos vemos la semana que viene, ya en plena Navidad!