El consumo de los sorbetes y los granizados se dispara en los meses de más calor, aunque no es difícil encontrarlos todo el año. Su esencia fría, ya que se trata de productos congelados en los que el hielo forma parte de su composición, hace que sean para muchos la mejor opción para refrescarse en verano dando un paseo o sentados en una terraza.
La línea que separa ambos refrescos helados es mínima, ya que su elaboración es prácticamente igual, aunque con un matiz. En cuanto a la lista de sabores que podemos encontrar de los dos aumenta cada año. Inicialmente el limón, por su refrescante acidez, era prácticamente la única variedad existente de los dos casos pero, ahora, con todo tipo de zumos, frutas y licores podemos hacer granizados y sorbetes.
El sorbete, un ligero helado
Es el primer postre congelado del que se tiene constancia, puesto que los helados como los conocemos actualmente, aparecieron varios siglos después. El sorbete se diferencia del helado en que es mucho menos cremoso y es menos graso, puesto que no se emplea en su elaboración yema de huevo. Además, se trata de un postre muy digestivo. En algunas bodas, por ejemplo, se sirve entre comida y comida para aligerar el estómago.
Un sorbete, a grandes rasgos, es un granizado mezclado con merengue. Para hacerlo, hay que unir zumo o puré de fruta con almíbar (agua + azúcar hervidas). Luego, esta mezcla se congela, removiendo de vez en cuando. Una vez cuajado, se une a claras de huevo montadas a punto de nieve. Actualmente, los sorbetes elaborados con bebidas como el cava, ganan adeptos. En este caso, al zumo de frutas se añade el licor y luego se sigue el mismo proceso.
Granizad o: bebiendo hielo
Es el mejor ejemplo de refresco puesto que su propia presentación se basa en el granizo, en el hielo. La forma de preparar es muy similar a la del sorbete. Hay que preparar un almíbar con agua y azúcar, que luego se mezcla con zumo, generalmente de limón o naranja, y café, los tres sabores ‘estrella’. Finalmente, se congela y se tritura antes de servir para que los cristales se noten. La textura final es de una consistencia mucho menor que la del sorbete, con un aspecto similar al de la nieve blanda.
En el centro y sur de América es un refresco muy famoso que recibe diversos nombres como ‘raspado’ o ‘minuta’. Éstos se realizan de una forma un poco distinta: el hielo está triturado y congelado y, antes de servirse, se pone en una copa o vaso y se rocía con el sirope que se desee. Sea de una forma u otra, lo más aconsejable es tomarlo con pajita e ir removiendo de vez en cuando para que el almíbar con el zumo, el café o el sirope, impregnen bien el hielo.
No hay mejor ejemplo de algo helado que estos dos refrescos veraniegos donde el proceso de congelación es indispensable. Elige el que prefieras y disfrútalo del sabor que más te apetezca.
Recetas de sorbetes y granizados:
Granizado de kiwi
Sorbete de mandarina
Granizado de limón o naranja
Sorbete de melón
Granizado de fresas
Sorbete de limón al cava
Granizado de vino tinto
Sorbete de frambuesas
Granizado de café
Sorbete de pera