Ingredientes:
Base:
80 gramos de pretzels salados
50 gramos de mantequilla fundida
Para el pudin de crema de cacahuete:
1 sobre de preparado para pudin de vainilla
500 mililitros de leche (avena, avellana...)
200 gramos de mantequilla de cacahuete con o sin trozos a vuestro gusto
Para la cobertura de chocolate:
160 gramos de cobertura de chocolate
20 gramos de mantequilla
90 mililitros de nata
Lo primero será hacer la base crujiente. Fundimos la mantequilla con el método que prefiráis, ya sea al fuego, o en el microondas y le añadimos los pretzels triturados. A mi personalmente me gusta notar los trocitos por eso no los trituro mucho, pero eso a vuestro gusto. Reservamos en la nevera.
Para el pudin, seguimos las instrucciones que nos aparezcan en el preparado. En mi caso, de 500 mililitros de leche, separé 2 cucharadas para una taza para disolver el preparado, revolviendo bien para evitar grumos. El resto de la leche, la pondremos al fuego en un cazo. Cuando esto hierva, añadiremos la mezcla del preparado disuelto en la leche y pondremos de nuevo al fuego sin dejar de revolver. Cuando esto espese, será el momento de añadirle la mantequilla de cacahuete. Ayudándonos de unas varillas, integramos bien.
Sacamos la base de la nevera, y vertemos la mezcla de pudin y mantequilla de cacahuete. Dejamos enfriar 1 hora, tapada con film a piel.
Para la cobertura de chocolate, calentamos al fuego la nata y la mantequilla. Cuando empiece a hervir, vertemos sobre el chocolate e integramos hasta que el chocolate se funda por completo. Vertemos por encima de nuestra tarta fría. Dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos.
Espero que esta idea os ayude a experimentar con esos ingredientes olvidados de vuestras despensas!!!