Mi primer consejo va orientado al tratamiento del chocolate. Calentarlo en el microondas es más rápido que en el fuego, pero debe ser estrictamente controlado, ya que si se deja mucho tiempo puede quemarse o comenzar a hervir. Otro uso del microondas en la preparación de chocolate o cremas dulces es su capacidad de suplantar al conocido 'baño María', ideado para fundir sin quemar. Colocando el regulador del microondas al 50% o 70%, podemos obtener un resultado similar.
Respecto a las cremas dulces elaboradas con huevos y harina, ya que son las más empleadas, también hay curiosos y prácticos trucos. Por ejemplo, cuando además de yemas de huevo la crema posee algún tipo de licor, la acción del alcohol impedirá que las yemas se cuajen, por lo que será necesario batir bien antes de meter la crema al microondas. En cremas sin harina, es preciso no cocerlas demasiado, para evitar que los bordes se queden resecos y el centro siga crudo. A la hora de enfriar estas cremas calentadas al microondas, la opción adecuada es cubrirlas con un plástico transparente, de forma que toque la crema, para evitar que se forme la conocida telilla.
También se puede usar el microondas para montar las claras de huevo con mayor rapidez. Basta con calentarlas entre 15 y 20 segundos, a la máxima potencia, hasta que los bordes se cuajen ligeramente.
El último truco de hoy tiene que ver con las cremas más delicadas, como las natillas, hechas con el microondas. Para obtener un resultado satisfactorio, se preciso tratarlas en tres fases: la primera, a un 30% de potencia; la segunda, a un 50%; y la última, al 70%. Después de cada fase, batiremos con fuerza para que la crema resulte homogénea. Cuando acabéis, tendréis unas natillas con un aspecto inmejorable, como hechas en el fuego.
¿Conoces algún otro truco de microondas para la repostería y los postres?