Una nueva casa-museo del vino organiza catas y degustaciones en la capital El lugar comercializa todo tipo de productos elaborados con vino dulce Color caoba oscuro, aspecto elegante, suave aroma y dulce al paladar. Un trago muy corto, que hay que saborear para captar su esencia. Es uno de los tesoros más exquisitos de Córdoba, el vino dulce Pedro Ximénez. Cuentan las historias que la uva Pedro Ximénez procede de la orilla del río Rhin, de donde un soldado del Tercio de Flandes la trajo a tierras cordobesas, allá por el siglo XVI. Este vino encuentra su hábitat ideal en lugares con climas secos y calurosos, lo que ha convertido a la campiña cordobesa en la cuna de este delicioso trago. Y desde ahora, también en la casa. La Casa del Pedro Ximénez nació el pasado mes de mayo con la firme intención de convertirse en el punto de referencia para la difusión y comercialización del Pedro Ximénez. Juan Antonio Aguilar, bodeguero y dueño del establecimiento junto a la Mezquita-Catedral de Córdoba, es el responsable de que así sea.
Dos turistas degustan una copa de vino dulce Pedro Ximénez.
Se trata de una casa-museo que se ha puesto en marcha con una doble finalidad. Por un lado, promover y dar a conocer entre los turistas e interesados que se acercan a la capital el vino dulce Pedro Ximénez. "Los cordobeses tenemos un tesoro que no sabemos explotar", argumenta Juan Antonio Aguilar, quien afirma que este vino debería ser la "seña de identidad de Córdoba". Así, en el establecimiento se organizan todo tipo de actividades dispuestas a dar a conocer este vino.
