El pollo que vive encima de una tarta

Érase una vez un pollo, un pollico macrocefálico y chato, de ojillos pequeños y rasgados cual puñaladas en un tomate, y patitas de cachas de gimnasio que olvida que hay un mundo más abajo de la cintura, que vivía feliz sobre una tarta. Cada día vigilaba con celo su nidito cargado de huevos que nunca eclosionarían porque, aunque dulcísimos y encantadores, eran de fondant. Así que nuestro pequeño pollito, sin ser consciente de su propia naturaleza de pasta azucarada, se quedó para siempre observando, petrificado (lo que tardó en reaccionar el CMC - CarboxiMetilCelulosa, que estabiliza y endurece la pasta de azúcar-), y llenando de ternura los corazones que desde fuera lo observaban.

Y es que llevamos unos días dándole duro al fondant. Queremos descubrir sus entresijos, sus secretos y el porqué de que cuando achuches por un lado, se deforme por el otro. Es como si un alma enfermiza e invisible presionará CTRL+Z con cada movimiento. Pero nos encantan los retos y con este «Pollo que vive encima de una tarta», de suave bizcocho de vainilla y un dulce corazón de buttercream, que tanto pre-mamás y casamenteros, como enamorados San Valentinescos adorarán, vamos poco a poco cumpliendo con nuestras expectativas.

¿Qué será lo siguiente? No lo sabemos, pero seguro que viajará directo a los michelines.

Fuente: este post proviene de UhmmmCookies, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

"El Día de Todos los Santos" se acerca a una velocidad pasmosa. Queda apenas unas semanas y este año va a enmarcarse en uno de los climas más atípico de los últimos años. El termómetro marca ...

Recomendamos