Fideuá de pollo



El menú de cada día en casa no suele ser muy negociable; ya sabéis que los niños son "animales de costumbres" y cuesta mucho (salvo excepciones) llevarlos por el camino de la experimentación.

Además, cuando se tiene poco tiempo para la preparación o para la pausa de la comida, como nos pasa aquí en Suiza con el horario escolar partido, elegir bien el qué cocinarás ayuda mucho ya que en este caso es servir y listo.

Me consta que el nombre de este plato (original de la tradición gastronómica valenciana), en su concepto general, está muy extendido; la selección de los ingredientes, condimentos y sus combinaciones es casi una quiniela. Cuando lo leemos en las recetas que podemos encontrar, descubrimos que la mayoría de las veces solo coinciden en nombre, ya que suele hacer alusión a sus ingredientes principales: fideuá (nombre popular de uno de los tipos de fideo que se utiliza para hacer esa preparación) y pollo (la carne, claro está).

Mi Fideuá de pollo, como casi todo lo que hago, está bastante adaptada al paladar infantil, que no por ello es soso o carente de gracia. He aquí mi falta de modestia al escribir en negrita (que sería como decir en voz alta) que suele gustar bastante a todos los que la prueban. Y, sin más dilación, procedo con la receta:

Fideuá de pollo.

Tiempo de preparación: 15

Tiempo de cocción: 10-15

Ingredientes (para 2-3 personas):



-2 o 3 muslos con contra muslo de pollo, sin piel y troceado como más te guste

-200 gr. de fideo para fideuá (en este caso yo he utilizado el agujereado redondo)

-1 ajo entero

-1 hoja de laurel

-1/2 cebolla en juliana

-1 zanahoria

-c.c. pimentón dulce

-100 ml de tomate triturado

-1100 ml de agua (o caldo de pollo/verduras previamente preparado)

-sal y pimienta

-colorante alimentario (que no es necesario...)

Preparación:

En primer lugar, en una sartén con algo de aceite, añadiremos los ingredientes para el sofrito: el pollo, ajo, hoja de laurel, cebolla, zanahoria cortada en rodajas (o rallada, un poco después para que no se queme).



Cuando esté dorado, salpimentamos y agregamos el tomate triturado. Mezclamos y dejamos sofreír un par de minutos. Agregamos una cucharada de café de pimentón dulce y tras unos segundo, 100 ml de agua para que hierva por unos minutos.

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Al apreciar que se ha reducido el caldo del sofrito, a mí me gusta echar los fideos y darles una vuelta, permitiendo que absorban un poco la esencia del sofrito.



Vertemos el agua hirviendo (o caldo en su caso), con el fuego fuerte. Corregimos de sal, de pimienta...



A mí me gusta que hierba a fuego medio alto, para que evapore el líquido correctamente. Yo no quiero una resultado caldoso, así que esto hay que controlarlo a la vez que vigilamos que no se pegue ;).

El tiempo de cocción es orientativo siempre. Sigue las indicaciones del paquete y tu gusto personal. Yo hoy lo he dejado cocer durante 20 minutos, aunque la recomendación del paquete es de 8-10. ¿Porqué? Pues porque la pasta muy al dente para los niños no es bastante indigesta. Con todo el resultado no es para nada baboso o blando; ha quedado perfecto para mis exigentes comensales. Así lo quiero creer... aunque no me han hecho la pelota para nada!



Convertir este menú en saludable, cuesta muy poco. Sólo no hay que ser débil con el acompañamiento... Una ensalada verde con unas nueces y de postre unos cuartos de manzana.



Y hasta aquí la fideuá de lunes.

Dudas, sugerencias, tu receta particular... utiliza los comentarios porfa!

Gracias por leer y por tu Me Gusta!

¡Qué disfrutéis!

xxx

Este artículo aparece por primera vez en el blog "Mariví en su cocina".

Fuente: este post proviene de Mariví en su cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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