Hemos decidido darle al César lo que es del César. Vamos a confesarlo, veníamos ?robándoles? recetas a algunos parientes con esto de ?hoy cocino yo?, pero para comenzar el año con la conciencia tranquila, hemos decidido llamar a las cosas por su nombre. Como ya hicimos con la receta del cocido de garbanzos (hoy cocina mi suegra), para la receta de hoy el mérito es de mi madre, así que mami, gracias por tu receta de arrollado de pollo... rollo de carne molida. Hoy prepararemos una de las mil variantes posibles del arrollado de pollo.
1 pechuga de pollo grande
100 gr. de bacon (panceta) en fetas
1 zanahoria
1 pimiento rojo asado
50 gr. de olivas verdes y/o negras
100 gr. de queso provolone
200 gr. de jamón de york en un solo trozo
4 o 5 ciruelas pasas
1 cucharada de harina
1 huevo
100 gr. de queso fresco (cualquiera)
sal, pimienta, romero, pan rallado Preparación
Cortamos la pechuga en 4 fetas, a lo largo, y las golpeamos con un ablandador o con un rodillo. Salamos. Extendemos una hoja grande de papel de aluminio sobre la mesa de trabajo, espolvoreamos con un poco de pan rallado y cubrimos las fetas de bacon. Luego ponemos encima las fetas de pechuga, una al lado de la otra, sin dejar espacios, formando un rectángulo. Espolvoreamos con un poco de romero. Con una batidora o robot de cocina procesamos el queso fresco, 50 gr. de jamón de york y los eventuales trocitos pequeños de pechuga que nos hayan quedado. Agregamos a esta mezcla 1 cucharada de harina y el huevo, y distribuimos encima de la pechuga. Cortamos en bastoncitos largos el jamón restante, el provolone, el pimiento y la zanahoria, y las olivas en rodajas. Ahora debemos ir poniendo todos estos ingredientes sobre la pechuga, en filas paralelas los lados más largos del rectángulo, para que luego enrollando cada porción que cortemos tenga un poco de cada ingrediente. Empezamos a aprox. 2 cm. del borde, y vamos poniendo una fila de cada ingrediente: 1 fila de jamón, 1 de provolone, 1 de pimiento, 1 de zanahoria, 1 de olivas, 1 fila hecha con las ciruelas, etc. Si hace falta repetimos ingredientes, hasta llegar a 2 cm. del otro borde largo.
Ayudándonos con el papel de aluminio, enrollamos bien apretado, y envolvemos con el aluminio. Colocamos el rollo en una fuente para horno con 1 dedo de agua (se puede hacer con caldo, o agregar vino) y cocinamos a 200º por 1 hora. Para saber si está listo, pinchamos el arrollado, envuelto como está con el aluminio, y si sale líquido debe ser transparente.
Podemos servir caliente, dejándolo entibiar un poco antes de cortar para que el queso fundido no se desparrame, o dejarlo enfriar envuelto en el aluminio y cortarlo ya frío.
¿Qué os parece? ¿Vosotros cómo lo preparáis?
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Fuente: este post proviene de Mar, donde puedes consultar el contenido original.
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