Antes de nada aclararos que este postre no es una pannacotta, no es un postre cremoso es más bien una gelatina hecha con leche de almendras especiada y de rico sabor.
Es apto para intolerantes a la lactosa y veganos, ya que no lleva ningún ingrediente de origen animal y además se puede adaptar también a dietas si cambiáis el azúcar por edulcorantes.
Este es mi regalito virtual para mi amiga Leny de Cocina de Muerte Lenta por su 29+4 cumpleaños. Como sabéis ella es vegana, y hacía tiempo que quería hacer un plato para este sector cada vez más grande de los lectores de blogs de cocina, aunque como veréis en el blog no sea mi costumbre alimenticia.
A mí me encanta la carne, la sobradada, el chorizo, las ensaimadas grasientas y por supuesto la mantequilla para cocinar, aunque reconozco que nos hemos de cuidar cada vez más y es bueno tener un repertorio de recetas más sanas y alternativas como ésta a postres más pesados y que engordan más.
INGREDIENTES
300ml leche de almendras
75 gr azúcar
20 ml Amaretto
50 ml zumo de naranja
Piel rallada de 1 naranja
4 hojas de cola de pez
1 cucharada de extracto de vainilla
1 cucharadita de canela
Almendras tostadas sin salELABORACION
Ponemos a remojar la gelatina en agua muy fría durante 10 minutos. Escurrimos y reservamos.
Ponemos a cocer al fuego la leche junto con el resto de ingredientes hasta que se disuelva el azúcar, alrededor de 15 minutos a fuego suave.
Una vez listo retiramos del fuego y dejamos que pierda un poco el calor. Que no queme pero tampoco frío.
Disolvemos la gelatina dentro batiendo con varillas manuales hasta que esté integrada del todo.
Disponemos en los vasitos escogidos y dejamos enfriar del todo a temperatura ambiente, momento en el cual llevaremos a la nevera por un tiempo mínimo de 6 horas.
En el momento de comer, serviremos con almendras por encima. Todo junto está muy rico!