Además de deliciosas es un alimento muy saciante, idílico si estás a dieta, posee fibra, vitaminas, minerales etc. Vamos que es sanísima y apenas engorda.
Los granos de la mazorca son dulces y jugosos y están mejor cocinados con sencillez, con un poco de mantequilla o aceite. Al igual que los guisantes, los azúcares naturales de los granos se convierten en almidón muy rápidamente por lo que los hace más duros y menos dulces, así que deben consumirse lo más fresco posible.
Para elegir unas buenas mazorcas, busque que estén regordetas, brillantes y de color amarillo oro y que los granos sean más pequeños en la punta de lo que son en el medio (esto indica que es una mazorca joven). Las cáscaras deben ser de color verde, sin manchas. Cuando el maíz es muy fresco, los granos liberan un líquido lechoso al corte. Aunque el maíz dulce congelado, es una buena opción cuando estemos fuera de temporada.
Ingredientes:
mazorcas frescas
agua
mantequilla (de sabores mejor)
sal
Especies al gusto: pimienta, albahaca, pimentón picante, parmesano etc.
Elaboración:
1. Retire las hojas exteriores de la mazorca, pele cualquiera de los hilos de seda que todavía se aferran a la mazorca. Cortar los extremos de la mazorca, luego lavar.
2. Calentamos un bol con agua (sin sal) y dejamos que hierva 20 minutos.
3. Escurrimos y ponemos en una plancha caliente las mazorcas a las que previamente les untaremos mantequilla (puede ser de sabores), sal y las especies . Las dejamos dorarse por todos los lados otros 10 minutos más aproximadamente.
Servir
Lo más práctico es cortar en rodajas anchas. En EEUU actualmente, tienes todo tipos de gadgets de cocina que te imagines y más para sujetar la mazorca, pelarla, cocerla etc. son muy fans de los gadgets y del maíz.
Os dejo aquí un vídeo con 3 maneras de hacer las mazorcas a la brasa, con piel, peladas o envueltas en papel de cocina por si os animáis a hacer una barbacoa.