Empecemos por el resumen de mi experiencia reorganizando toda mi vida digital y luego iremos a la vida de carne y hueso. Cuando dejé de trabajar esta era una de mis tareas prioritarias en la lista de pendientes, más que por el ordenador, por dos discos duros que tenía rondando en casa y en los que había ido guardando cosas sin ton ni son durante los últimos años. Así que cuando Gemma, de Wasel Wasel, nos propuso hacer un detox digital durante el mes de mayo me apunté sin dudarlo. Al contrario de con el reto Noviembre Minimalista esta vez iba a tener tiempo de hacer todos los retos, ¡tenía que llegar al final!
Atardecer en Oporto
Los primeros días fueron más complicados, organizando todos los archivos del ordenador: fotos, documentos de texto, cosas del trabajo y más personales… Tengo que reconocer que cada vez que pasaba un archivo a una de las carpetas que había creado me daba mucha paz. ¡Y ni os imagináis cuando vaciaba la papelera de reciclaje! Los siguientes días, de organización de redes sociales, fueron más sencillos para mí, ya que las suelo tener siempre al día. Básicamente, cada vez que algo deja de interesarme en Facebook o Instagram lo borro de inmediato y Linkedin lo tengo constantemente actualizado. Aun así, nunca viene mal hacerles un repaso a las configuraciones de privacidad y me vino muy bien para reorganizar mis tableros de Pinterest. Para terminar, le dimos un repaso a todo lo que no es ordenador, lo que también fue relativamente sencillo para mí, y Gemma nos dio una serie de trucos para mantener una rutina de limpieza y orden digital.
Ahora que ha pasado os puedo decir que ¡funciona! Al terminar el reto me puse a aplicar las normas de limpieza a mis discos duros y, me llevó un par de tardes, pero conseguí pasar de dos discos rebosantes a uno vacío y otro a media capacidad. Este reto me ha servido para darme cuenta de, al igual de que en la vida real, todo lo que acumulamos en nuestra vida digital, muchas veces sólo porque tenemos espacio y porque ya lo haré luego. Así que os recomiendo que os pongáis manos a la obra. A lo mejor no necesitáis un reto, pero siempre podéis encontrar guías de cómo hacerlo con una simple búsqueda. Pinterest está lleno y al ser tan visual (y cuqui) ayuda a la motivación.
Un campo florido en el parque natural de Vexin
Pero la cosa no se acaba aquí, y parte de las razones por las que he estado ausente es que también estoy reorganizando mi vida. Creo que nunca he hablado en profundidad de lo que pienso y lo que siento sobre el mundo de la investigación científica y por qué decidí darme un descanso, porque nunca sé muy bien cómo hacerlo sin ponerme muy seria. El caso es que lo he hecho, estoy reorientando mi carrera hacia un trabajo que me dé más estabilidad y tiempo para mí y la semana pasada empecé un curso intensivo de concepción y desarrollo Java. En todo esto ha tenido mucho que ver la Oficina de Empleo y la APEC, que es un organismo similar a la Oficina de Empleo, pero destinado a las personas con formación superior. Os lo digo, en esto Francia nos lleva años de ventaja.
La Biblioteca François Mitterrand en París
Así que bueno, pronto volveré a las recetas, ¡que nadie se lleve las manos a la cabeza! Pero hasta que me adapte a los nuevos horarios y a aprender algo totalmente nuevo en otro idioma, probablemente la publicación no sea tan regular. Eso sí, de nuevo gracias al reto de Wasel Wasel, he rescatado mi iPad del olvido y estoy aprovechando mis horas de tren de mañana y tarde.
Y sobre todo, no os preocupéis, que seguiré tomándome la cocina tan en serio como siempre.