El verano ha llegado con todo su esplendor y ya estamos todos medio derretidos (o al menos yo...) y para que esto sea más llevadero, es súper importante hidratarnos bien. Personalmente, cuándo estoy en casa me cuesta muchísimo beber agua porque me lío a hacer cosas y se me olvida por completo, así que estuve investigando por la red y encontré las aguas inficionadas y oye... le he cogido el gustillo!
Se pueden hacer de mil sabores distintos sólo necesitas agua, fruta y si quieres, hielo. Es tan fácil como cortar la fruta y ponerla en una jarra de agua o en algún vaso mono que te ayude a coger el hábito con más ganas y dejarla enfriar.
Yo ahora me llevo mi vaso de un lado para otro y le he cogido el gusto a beber agua otra vez.
¿Os animáis a provarlo?