Hoy os propongo un plato a cámara rápida de lo más sano y cargado de elementos beneficiosos para la salud. Vamos a juntar en el mismo escenario un pescado blanco como la pescadilla con un puñado de verduras y un Romanescu al vapor, y así nos eliminamos de grasas extras.
Todos los protagonistas de esta vertiginosa receta tienen sus propiedades nutricionales. La pescadilla posee altos niveles vitamínicos y energéticos. Además suele ser bastante asequible para el bolsillo y muy agradecida de preparar con diversas técnicas: rellena, al horno, plancha... Eso sí, CONVIENE CONGELARLA previamente para evitar sustos en forma de anisakis.
El Romanescu por su parte es una crucífera (como lo son el brócoli, el nabo, la coliflor...) de aspecto psicodélico y plagada de beneficios: es diurética, anticancerígena, anticolesterol... Conviene tomarla lo más cruda posible para aprovechar todas sus propiedades. Aunque, lógicamente, cada paladar es un mundo y el vuestro es el que manda.
Como veis el plato de hoy es un tesoro para la salud. Rápido, eficaz, con muchas texturas y especialmente apropiado para sortear los excesos del fin de semana. ¡Mandiles arriba!
Ingredientes (4 personas)
1 pescadilla de 1 kg en rodajas
1 puerro
1 cebolla
1 romanescu
Sal y pimienta negra
Eneldo fresco
Para el pisto
1 cebolla grande
Pimiento rojo y amarillo
1 calabacín
2 dientes de ajo
1 rama de apio
2 tomates maduros
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Tiempo
20 minutos
Preparamos el pisto. Para ello lavamos bien y troceamos todas las verduras y hortalizas en brunoise.
Ponemos un poco de aceite a calentar en una sartén y vamos a ir pochando a fuego medio con la tapadera puesta para que vayan sudando. Habrá que ir removiendo de vez en cuando para que se hagan bien, con mimo, sin prisa...
En una olla añadimos agua, unos granos de pimienta y la cebolla y el puerro troceado. Colocamos los ramilletes del romancescu en una vaporera y dejamos cocinar unos 5-7 minutos. Sacamos enseguida a un bol con agua y hielo. Así nos quedará crujiente.
NOTA: Si no tienes vaporera puedes hervir de manera tradicional el romancescu y el pescado.
En esa misma olla vamos a cocinar nuestro pescado. Sazonamos la pescadilla y la hacemos al vapor durante 5 minutos.
Cuando el pisto esté bien pochado ya tendremos todos los ingredientes listos para emplatar.
Disponemos el pisto con gracia sobre el plato - por ejemplo cruzando de esquina a esquina como en mi caso - y colocamos las rodajas de pescadilla encima, coronando la cima. Decoramos con los "árboles" de color lima, extraños y orgullosos del romancescu y un poco de eneldo.
Por último le damos un "chispazo" de aceite de oliva Virgen Extra por encima y listo. Nuestro plato a cámara rápida está preparado para ser devorado. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!