¿Por qué debería contratar una consultoría en seguridad alimentaria para mi restaurante?

Seguridad Alimentaria

Por: Laura Moya de Hazia



Toda empresa, o incluso, toda persona en algún momento hemos tenido que pedir una consulta a un profesional. Indistintamente de la índole que sean. ¿No has acudido a la consulta de tu médico de cabecera, o al banco a realizar la declaración de la renta? ¡Pues ahí lo tienes! Si estamos enfermos acudimos al médico, o si necesitas que te hagan la declaración de la renta (lo más habitual) es que pidas en tu banco una cita para que te la realicen.

​¿Nunca has preguntado a algún familiar o amigo a qué taller llevan su coche cuando tienes una avería? Somos gente de costumbres, y una de estas, es fiarnos de nuestra gente cuando nos recomiendan un profesional.

Te mereces al mejor consultor, y lo sabes

Pero, llegado el mundo de internet y las redes sociales, como por arte de magia han aparecido expertos y expertas en las materias más insospechadas hasta, como suele decirse, ¡de debajo de las piedras! El mundo de la Seguridad Alimentaria no es una excepción, en nuestro campo también existen gran cantidad de empresas que no son todo lo, llamémosle fiables.

Este artículo no es una crítica a la competencia, todo lo contrario, nos gusta la competencia, ya que es otra razón más por la que nos gusta ser mejores profesionales y más eficaces, nos ayuda a mejorar. Pero lo que no nos gusta es la mala competencia, esa que hace que se desprestigie tu trabajo haciendo que para la gente y las personas que necesitan de tu asesoramiento pierda el valor. En más de una ocasión nos han llamado para pedirnos una consulta empresas de diferentes características (restaurantes, escuelas, pequeñas industrias, etc.) contándonos que tras haber contratado una empresa para que les implantara un sistema de calidad (APPCC), o les dieran una formación, la empresa “experta” en cuestión, les habían dejado con el trabajo a medias, ni siquiera lo habían realizado o habían realizado una labor pésima, evidentemente todo esto tras haber abonado una suma de dinero.

Y el caso que más de moda tenemos ahora, anuncios tipo “¡Envíanos tus recetas y te hacemos la declaración de alérgenos!”. Pues vaya… ¡sí que son eficaces! Tienen el poder de conocer todos los alérgenos de tus materias primas, ver tu cocina o zona de trabajo para detectar las contaminaciones cruzadas y conocer al dedillo tu forma de trabajar. ¡Y todo esto sólo con enviarles las recetas! Mucho cuidado con esto, tener un buen profesional que te asesore en aquello que tú no sabes es primordial para dar un buen servicio a tus clientes.

Ninguna persona es capaz de hacer y saber de todo, por eso, debes rodearte y dejarte asesorar por los mejores en su campo. Cuando elijas a tu consultor, ten en cuenta que debe saber de aquello que le quieres consultar, debes dejarle conocer tu negocio para que pueda asesorarte en lo que mejor se ajuste a ti y a tu empresa y, si además, puedes obtener referencias (opiniones) de otras empresas con las que hayan trabajado mejor que mejor.

​Tus productos o servicios que ofreces a tus clientes son el fruto de tu trabajo, tu esfuerzo, tus ganas de ser mejor, tus horas dedicadas a eso que haces y que haces bien. Por todo ello, cuando elijas a tu consultor, hazlo bien. Tú y tu trabajo os lo merecéis.