Para tomar un aperitivo memorable, nada como una buena quisquilla. Aconsejo comprarla del mayor tamaño posible, y disfrutar a tope de una tapa excelente. Es un producto que está todo el año disponible y frecuentemente se confunde con otro marisco muy conocido también, el camarón. Éste es de menor tamaño y de textura y sabor diferente.
Ingredientes:
1/2 kgr de quisquilla
agua
sal
laurel
Preparación:
Ponemos a calentar agua con un puñado de sal y un par de hojas de laurel. Cuando empieza a hervir, echamos el marisco y en el momento en que el agua vuelve a hervir de nuevo, apagamos el fuego y ponemos la quisquilla a enfriar sobre agua con un poco de sal y cubitos de hielo, de esta manera cuando esté completamente fría será más fácil desprenderla de la piel.
Podemos comerla inmediatamente o dejarla en el frigorífico para la noche o el día siguiente, cuanto más pronto la consumamos más rica estará sin duda alguna.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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