La cara de felicidad que irradiaban sus padres el día que nació solo es comparable a la cara que reflejaban ayer cuando recogieron la tarta de su princesa.
Con una Emma dormidita, en un coche atestado de globos, se marcharon a ultimar detalles para la gran fiesta. Un día lleno de preparativos e ilusión que no dejó indiferente a ninguno de sus familiares y amigos.
No os imagináis la ilusión que me ha hecho preparar este pastel y el cariño que hay en cada florecilla... no quería que fallase nada para que pudiesen disfrutar a tope de un día maravilloso.
El bizcocho es de vainilla, calado con almíbar de vainilla de madagascar y relleno de butterswiss de fresa y mermelada de fresa tamizada. Me comentaron que estaba muy rica ^_^
¡¡Gracias por confiar en mí para ser partícipe de un día inolvidable en la vida de la pequeña Emma, seguid siempre tan felices y con tantísima ilusión!!
Y a los que me leéis siempre, deciros que en una par de días os colgaré más trabajillos pues llevo un mes bastante movidillo, se que últimamente ando un poco ausente pero mi cuerpo ya me ha dado un toque de atención a tanto tute, así que con el paquete de kleenex al lado y el jarabe de la tos esperando ser degustado, me despido hasta la próxima con un enooooorme abrazo, gracias por vuestros comentarios alentadores, sois geniales!! Muuuack!