Un año más pudimos desgustar las tapas de los bares que participan en el concurso. En total 22, que se distribuyeron entre el sábado y el domingo en dos rutas diferenciadas.
En comparación con otros años, la calidad ha bajado bastante, diría que de manera preocupante, y salvo tres o cuatro locales, los demás para mi gusto estaban totalmente fuera de concurso. Es una pena, que los locales vayan perdiendo las ganas de competir, concursando únicamente para atraer a la gente, pero sin ofrecer un producto minimamente en condiciones.
Ganó la tapa del local "El Duende", de forma inexplicable, porque era una fritanga apenas comestible, cuando otros años lo ha trabajado más.
Para nosotros cuatro, que hicimos nuestro concurso particular, tres de los votos fue a parar casi sin discusión a bar El Tropezón, con Morcilla con huevos rotos y mermelada de pimientos rojos + gazpacho de sandia.
El voto disidente fue a la tapa del bar-restaurante Culture, con un chipirón en tosta, que probamos el sábado después de tres intentos fallidos anteriores, que como ya digo, para nosotros ni siquiera eran puntuables.
Como ya he comentado, en general, poca calidad, poca cantidad y poca imaginación.
Esperamos que el año que viene sea mejor.