Esta es una de esas recetas que encuentras por casualidad y que de lo sencilla y de lo bueno que es el resultado, entra a formar parte de tu recetario personal para siempre.
La receta original es de Shira Bocar pero nosotros la hemos modificado ligeramente.
Estos tomatitos están tan buenos que desde que los hicimos por primera vez para una cena con nuestros amigos, ya tienen su propio club de fans.
¿Qué necesito?
1/2 kilo de tomates cherry
2 dientes de ajo
1/2 vaso de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de vinagre balsámico
2 cucharaditas de azúcar moreno
1 cucharadita de orégano
Sal
¿Cómo lo hago?
Precalentamos el horno a 160º.
Lavamos los tomates y los ponemos en un recipiente o fuente.
Pelamos los dientes de ajo y, enteros, los aplastamos con la hoja de un cuchillo para romperlos. Los añadimos a los tomates.
Para preparar el marinado, en un vaso mezclamos el aceite de oliva, el vinagre, el azúcar, la sal y el orégano (o cualquier otra especia que os guste) y revolvemos bien.
Vertemos el aliño por encima de los tomates y los movemos un poco.
Ponemos en el horno durante una hora. Pasado este tiempo, los sacamos y dejamos que enfríen.
Los metemos, junto con el líquido, en un frasco de cristal. En la nevera se conservan hasta 5 días.
Así de fácil.
Los podemos usar en tostas, en bocadillos, ensaladas, etc. Además, el líquido es oro y nos puede servir como aliño.
Si queréis conservarlos durante más tiempo o los hacéis para regalar, Podéis preparar botes de conserva al vacío. Para ello solo tenéis que meter los tomates con su líquido en un frasco de cristal cuando aún estén calientes, cerrar el frasco y darle la vuelta. Dejad que se enfríen en esta posición y listo.
Fuente: este post proviene de Vuelta y vuelta, donde puedes consultar el contenido original.
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