Nos pasamos medio año esperando que llegue el calor y cuando llega ya esperamos que de nuevo lleguen temperaturas más suaves. Yo este verano lo estoy pasando fatal con el calor, la humedad de aquí de la costa te deja el cuerpo sin ganas prácticamente de nada, te acuestas cansada y te levantas cansada....ya anhelo taparme con mis sábanas de franela, je,je... señal de que el fresquito llega....aunque para eso aún habrá que esperar. Por lo pronto las ideas gastronómicas son bien fresquitas para que la hora de la comida sea más agradable.
Hace años publiqué la versión de un ajoblanco más tradicional, servido con uvas, y más espeso que éste. También publiqué otro ajoblanco "diferente" de melón y langostinos. El de hoy es una sopa fría que con el toque de las picotas y las frambuesas le aportan frescura, combinado con unas hojitas de albahaca fresca. Mucho más ligero que el primero que os dejaba y que servido en cuencos es un entrante ideal o en vasitos se convierte en un sorbo o aperitivo para iniciar cualquier comida veraniega.
INGREDIENTES (Para 4 cuencos como los de la foto):
60 gr. de pan duro
750 ml. de agua fría
250 gr. de almendras peladas
1 diente de ajo
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Jerez
Sal
Pimienta
Picotas
Frambuesas
Unas hojas de albahaca fresca
PREPARACIÓN:
Ponemos en remojo el pan durante unos diez minutos. Después añadimos el pan y el agua a la batidora, añadimos el AOVE, las almendras y el vinagre. Trituramos todo y salpimentamos al gusto. Llevamos al frigorífico durante unas horas y a la hora de servir añadimos frambuesas y picotas (las podemos deshuesar) y unas hojas de albahaca. Regamos con un poco de AOVE y servimos.
Es la hora perfecto para prepararlo y disfrutar de él hoy mismo. Una receta deliciosa, sin duda.
Feliz fin de semana.