Ya está aqui el dia diez y como todos los meses, el reto de La Cocina Typical Spanish
Y en esta ocasión se trataba de elaborar una receta entre cuyos ingredientes estuviera la miel. #conlamielenloslabiosTS.
Puede parecer obvio que saldría una receta dulce, pero mira por donde en cuanto vi el ingrediente de este mes tuve muy claro que receta iba a preparar, unas berenjenas con miel de caña que además de ser una receta muy típica de Andalucía (varias provincias se disputan su autoría) es un plato que en mi casa gusta mucho.
Este plato tiene un origen antiguo y árabe, creo que es lo único que se tiene en claro, pues como he dicho antes varias provincias se disputan su autoría, y aunque fuera de Andalucía todo el mundo piensa que es un plato cordobés, también en Granada y en mi Málaga se consume mucho.
Sea de donde sea, es un plato delicioso por el contraste de la verdura frita con la miel que tiene que ser de caña, no vale otra y aprovecho para decir que la mejor miel de caña es de Málaga, donde está la única fábrica de Europa, así que vamos a ir atando cabos.
INGREDIENTES:
1 berenjena mediana
sal
harina
Aceite de oliva suave para freir
Miel de caña
PREPARACIÓN:
Lavamos la berenjena y la cortamos a rodajas no muy gruesas dejando la piel. Las ponemo en un escurridor espolvoreadas con sal para que suden durante una media hora.
Pasada la media hora, las enjuagamos y secamos bien con papel absorbente. Las salamos ligeramente, no mucho, y las pasamos por harina. Quitamos el exceso de harina y las freímos en aceite bien caliente, pero no mucha a la vez pues entonces el aceite se enfría y la berenjena absorbería mas aceite con lo cual nos quedaría mas grasienta y menos crujiente.
Las sacamos y dejamos que escurran sobre una rejilla, es preferible a escurrirlas sobre papel pues al final se están empapando del mismo aceite.
Las servimos caliente y con un hilo de miel de caña por encima.
Lavamos la berenjena y la cortamos en rodajas. Hay quien las prepara en forma de palitos o bastoncitos. Dejamos que reposen media hora espolvoreadas con sal y así suden.
Las enjuagamos y secamos bien antes de pasarlas por harina.
Las freímos en aceite bien caliente hasta que estén doradas.
Yo las dejo escurrir sobre una rejilla, así no se empapan de su mismo aceite y quedan mas crujientes,
Y las servimos con la miel de caña por encima. No vale cualquier miel, tiene que ser esta.
Un plato exquisito por el contraste de sabores.
Podéis ver todas las receta de mis compañeros aqui