La foto lo dice todo, el sabor de la berenjena rebozada con la miel de caña (mal llamada miel, porque realmente es concentrado del jugo de caña de azúcar) es una combinación espectacular.
Si ya hicisteis nuestras berenjenas califales (ver receta aquí), esta receta es aún más rica, sin desprestigiar en nada a la otra, pero esto es una pecado de dioses....así que tomad buena nota, nos ponemos delantales y ¡a cocinar!
Ingredientes
Una berenjena.
1 lata de cerveza.
Sal y pimienta al gusto.
Harina de trigo para rebozar.
Aceite de oliva virgen extra.
Miel de caña.
Preparación
Cortamos las berenjenas en bastones. Es el corte para esta receta que más me gusta. Las ponemos en una plato/recipiente hondo.
Las cubrimos en cerveza durante unos 20 minutos, como veis en la foto de abajo. El baño en cerveza potenciará su sabor y además, el el "truco" de la receta que hará que las berenjenas queden jugosas por dentro y crujientes por fuera cuando hagamos la fritura, sin chupar más aceite de la cuenta.
Sacamos las berenjenas del recipiente y las dejamos sobre un paño de cocina para quitar el exceso de humedad.
Una vez que los bastones han quedado bien secos, echamos sal y las pasamos por harina. Con un colador, retiraremos el exceso de harina y las freímos en aceite muy caliente, no más de 20 bastones a la vez. Quedarán fritos una vez que adquieran un ligero color tostado. Sacaremos de la sartén y los ponemos en un plato con papel absorbente.
Ya sólo nos quedará presentarlos en un bonito plato y acompañar con miel de caña.
Espero que os guste.