BLONDIES DE FRAMBUESA

Muy buenas!!!
Yo sigo por aquí, haciendo de las mías en la cocina y probando cositas nuevas. Y en ésta ocasión os quiero presentar al que sería el primo del brownie: el blondie!
Cuando estoy con mi amiga, la gente nos dice:”que miedo dais las dos, os parecéis ya a Zipi y Zape!”
¿Os acordáis de ellos? Un par de gemelos, uno rubio y el otro moreno, que juntos siempre se metían en líos pero que eran inseparables. Puede que donde viváis no fueran muy conocidos, pero aquí son unos míticos personajes de cómic que llevan muchos años a sus espaldas, hasta hicieron serie de dibujos donde tenían a la archi-enemiga Elvirina.


Y siempre que van dos personas juntas y son un “peligro”….nos dicen que nos parecemos a ellos.
La cuestión es que el postre de ésta semana me recuerda a ellos. El blondie es un bizcocho que se prepara con chocolate blanco y azúcar normal y adquiere un tono rubio (blond en inglés) a diferencia del brownie (moreno) que se hace con azúcar moreno y chocolate negro. De allí lo de primos…. Y puestos a “homenajear” a éstos personajes, podría decirse que la frambuesa vendría a ser Elvirina, que sin ella no sería lo mismo.
Y que os parece si dejamos a los dibujos de lado y empezamos con la receta? Estaría fenomenal, no? Pues al lío!
Vas a necesitar los siguientes ingredientes:

400 gr de harina

10 gr de levadura química

5 gr de sal

4 huevos M-L

450 gr de azúcar

10 ml de extracto de vainilla

250 gr de mantequilla

200 gr de frambuesa

180 gr de chocolate blanco
Ya sabéis que en repostería se gana mucho tiempo si se tienen los materiales e ingredientes a temperatura ambiente y pesados. Así que empieza a pesar la harina y tamízala junto a la levadura y la sal. Saca la mantequilla y los huevos de la nevera y déjalos atemperar y ablandar. Y si las frambuesas que has encontrado son congeladas (como me pasó a mi), déjalas descongelar bien.
En un bol, hay que mezclar la mantequilla blanda (con textura de pomada) con el azúcar. Si tienes unas varillas eléctricas, o un procesador de alimentos, será de gran ayuda. A alta velocidad, bate unos 5 minutos hasta que empiece a blanquear la mezcla. Cuando esté bien integrado, añade los huevos uno a uno para que sea homogéneo. Para entonces añádele el extracto de vainilla, que aunque creas que no se nota….le da un toque final muy sutil! Sin parar de remover, ve agregando la mezcla de harina y levadura. En muchos sitios he leído que hay que echarla de golpe, aunque yo prefiero ir despacito, piano-piano (más que nada para no liarla en la cocina, y parezca que haya nevado   )

Verás que te queda una masa bastante espesa, que incluso puede costar de mezclar. Pero hay que añadir una cosita más antes de hornear…. el chocolate blanco derretido!!! El pequeño secreto de ésta receta…. Y cuando lo hayas integrado a la masa, ésta debe quedar más suave. Sigue batiendo la mezcla unos 5 minutos más para garantizar que se integre el chocolate al completo. Como mis frambuesas eran congeladas, y habían dejado esa “agüilla” en el envase tan rica, he pensado de aprovecharlo de algún modo así que también le he añadido una pequeña cantidad para aromatizar la masa.

Es hora de preparar el molde. Úntale un poco de aceite al fondo, y fórralo con papel de hornear. Yo en ésta ocasión  he elegido un molde rectangular, ya que la forma típica de los blondies (o de los brownies también) es en pequeños cuadraditos, y para cortarlo así me era más sencillo. Pero como siempre puedes escoger el que más rabia te dé, jejeje.  Extiende la masa con la ayuda de una espátula y procura que quede lo más liso posible. Así quedará más bonito. Y cuando ya esté….pon las frambuesas por lo alto. Puedes hacer un dibujo o bien hacer uno abstracto como yo. De hecho… lo que realmente he acabado haciendo es un zig-zag . Por eso al final no me han quedado las frambuesas demasiado compensadas. Y con el horno precalentado, hay que hornear a 180ºC unos 55-60 minutos, girando el molde a mitad del tiempo, para que quede igual por todos los lados. Recuerda que si tu horno dispone de ventilador, siempre es aconsejable ajustar la temperatura a unos 10-15º menos, es decir, a unos 165-170º. No es un bizcocho esponjoso…. así que no esperes que te suba demasiado. Es lo habitual!



Lo cierto es que ésta receta es mi adaptación de tres distintas que he encontrado en la red. Y como era un encargo…no pude probarlo. Pero tenía muy buena pinta!!! Y si encima hay que hacerlo dos veces para que todos puedan disfrutarlo, se me hizo realmente complicado no cortarlo y catarlo yo!  Pero posteriormente me han felicitado por lo bueno que estaba. Así que muchas gracias por darme vuestra confianza y dejarme improvisar para un grupo tan grande como el que era. Es un placer daros dulces momentos. Recuerda que la vida se trata de eso: pequeños momentos compartidos con la gente que te rodea. Hasta la próxima golos@s!

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