El ritmo de vida actual hace que el tiempo del que se dispone para determinadas cuestiones sea más escaso. Dos ejemplos son la compra y cocinar. Ello se traduce, en el primer caso, en un mayor gasto al hacerlo rápido y no sopesar las necesidades y los precios; en el segundo caso, comer mal o perder el interés por la cocina al tener que pensar todos los días qué hacer.
Después del verano y a principios de año nos solemos hacer propósitos a cumplir en los siguientes meses. Uno de ellos puede ser proponernos organizarnos tanto a la hora de hacer la compra, como los menús que consumimos. El bolsillo lo agradecerá y también nuestro estómago y el tiempo dedicado a la cocina. Te destacamos algunos consejos dados por expertos en estas cuestiones: los propios usuarios de los foros de Cocina.
Orden en la despensa
Tener una despensa organizada con productos básicos es importante. “Siempre tengo lo básico en cantidad: arroz, aceite, lentejas, café, azúcar, garbanzos, pastas…” nos explica Carmerosa. Con ello salvas muchas comidas y, como suelen ser alimentos con larga caducidad, no hay que ir a comprarlos a menudo, sino que puedes hacer como Azahar5 y comprar de golpe una buena cantidad: “aprovecho las ofertas de productos enlatados, conservas y de los que tardan mucho en caducar”.
El congelador también es nuestro aliado para el orden y, muy importante, para ahorrar. Además de congelar los excedentes de algunas recetas, lo que nos soluciona la comida de algún día, se pueden aprovechar las ofertas de determinadas carnes y pescados y almacenarlas. “Lo que yo hago es comprar medio cerdo entero, lo clasifico y lo congelo. Así siempre tienes lo que te hace falta, y te ahorras en carne, porque te dejan el kilo a unos 2-3 euros”, nos explica Abril82.
La lista de la compra
La mayor parte de los usuarios coinciden en que la compra semanal es la mejor opción: “el fin de semana te organizas y haces la compra de la semana con lo que necesitas fresco. Para lo demás, con hacer una compra vez al mes ya tienes para organizar la despensa”, apunta Augusto. Con ello ahorras tiempo y, como comenta Virmaar, “es una forma de gastar menos, porque si compras a diario, siempre picoteas cosas innecesarias”.
La famosa lista de la compra no es ninguna nimiedad. Es aconsejable siempre llevar una a la hora de ir a comprar y no salirse de ella. Una idea es hacerla en consenso toda la familia incluyendo lo principal y negociando sólo determinados ‘caprichos’ personales. Fundamental es también hacer la compra sin prisa y sin hambre, pues al ver tanta comida se puede acabar cogiendo productos no necesarios que incrementan el precio de la cesta.
El menú
Una de las causas más frecuentes que hacen que las personas que cocinan en casa acaben perdiendo el gusto por ello, es tener que pensar cada día qué cocinar. Además, esto lleva a que la falta de decisión, haga los menús aburridos y poco saludables al cocinar lo primero que veamos para salir del paso. Una solución, como hemos comentado con la lista de la compra, es reunirse los miembros de la familia y plantear un menú estándar para la semana o el mes, al estilo de los que se elaboran en los colegios.
Esto, a su vez, ayudará a hacer la lista de la compra dependiendo de cómo lo compongamos.”Yo hago un menú mensual. Siempre intento combinar platos de temporada y crear un menú equilibrado, aunque a veces improviso. Así, hago una lista con lo que voy a consumir la primera quincena, y luego vuelvo a ir a comprar la segunda”, nos explica Manresa. Otro ejemplo es el método de Sakura8: “tengo un menú casi fijo para los almuerzos de lunes a viernes. Todos los lunes, en mi casa hay pastas; lo martes, siempre legumbre… Así, de lunes a viernes, en mi despensa hay alimentos indispensables, que compro quincenalmente".
Como todos los cambios, puede costar acostumbrarnos, pero una vez que cojamos el ritmo veremos que todo es mucho más fácil. Lo importante es que nuestra calidad de vida y nuestra cuenta corriente nos lo agradecerán.