Ya sé que muchos creíais que os había abandonado o que me había fugado del país…pero no! Sigo aquí!!
La receta que os quiero mostrar hoy, realmente la preparé ya hace unos cuantos días, cuando aún teníamos el verano encima y apetecía un helado a cualquier hora. Pero aunque las condiciones climáticas ya no son las mismas (y también hemos lo cambiado por el otoño), por diferentes motivos no he podido compartir la entrada hasta ahora. Ya sé que con las bajadas de temperatura de éstos últimos días, comerse un helado es en lo último que uno piensa…. pero de vez en cuando va bien hacerse un pequeño homenaje.
Es muy fácil ir a supermercado y agenciarse una terrina, una barra o incluso un polo. Pero realmente ése tipo de helados nos aportan una cantidad innecesaria de azúcar, además de contener muchos productos químicos como los estabilizantes, conservantes y demás. Últimamente me estoy fijando mucho en eso, y lo cierto es que prefiero comer más saludable (que no es lo mismo que light, eh! Aportar calorías, las aporta!)
Es una recta la mar de sencilla y que necesita de pocos ingredientes, que son:
4 plátanos medianos
100 ml de leche
60 gr de mantequilla
120 gr de azúcar
120 ml de nata (crema de leche)
80 ml de agua
1/2 cucharadita de sal (opcional)
Para empezar, hay que pelar los plátanos y quitarles todas esas tiras (que tanto odio Me da una rabia encontrarme con alguna mientras me como el plátano…). Bueno, mejor sigo. Los cortaremos en rodajas de unos 2 dedos aproximadamente de anchura, aunque si son más grandes o más pequeños no importa. Solamente los troceamos para facilitar su congelación y que sea más rápida. Así que en cuánto tengas los plátanos a trozos, ponlos en un tapper y al congelador sin pensarlo. Hay que dejarlos al menos un par de horitas.
Mientras, podemos aprovechar para hacer el toffee. ¿Sabéis esos caramelos que anunciaba un abuelo entrañable? Los Werther’s Original? Pues el toffee es eso!!! Ese sabor tan característico que a mi me encanta. No tiene complicación para preparar la “salsa”, aunque se precisa un poco de maña eso si. En un cazo (si puede ser de acero inoxidable, mejor) pondremos el azúcar junto al agua y sin moverlo, calentarlo hasta que el azúcar esté disuelto completamente. Como siempre os recuerdo, vigilad mucho en ésta preparación ya que el azúcar caliente hace unas quemaduras muy dolorosas y feas. Bueno, pues cuando veas que empieza a coger un color dorado es hora de darle un buen meneo….con el mismo cazo ve removiendo poco a poco hasta que ése color sea uniforme. No esperes mucho más, sino es posible que se queme.
Añade la mantequilla (mejor si la tienes en trocitos pequeños) y ve removiendo con unas varillas y cuando esté disuelta completamente hay que añadir la nata (crema de leche). Pero lo debemos hacer al “hilo”: despacito hay que ir agregando un chorrito. Y sin parar de remover, la nata (crema de leche) debe incorporarse a la salsa (que empezará a espesar de inmediato). Deja que burbujee unos 3-5 minutos y ay tendrás el toffee preparado. Sólo una cosita más: si quieres darle un toque de caramelo salado es el momento de añadir 1/2 cucharadita de sal. Remuévelo muy bien para que sea uniforme por toda la salsa. Tanto si has elegido añadir la sal como si no, hay que dejar enfriar el toffee.
Sin querer hacerle publicidad, os dejo un link de un vídeo de PatryCupcakes, donde se perfectamente la preparación del caramelo salado.
En un procesador de alimentos, o bien una batidora con bastante potencia, ponemos los trozos de plátano congelado junto a la leche. Le damos caña al asunto, hasta que veamos que queda una cremosa pasta. Hay quien en vez de leche usa leche condensada y le aporta más dulzor, pero quería que fuera lo más saludable posible
Y por último, en un recipiente ve alternando la pasta de plátano con el toffee, de manera que puedas encontrar caramelo por toda la preparación. Y hay que ponerlo a congelar de nuevo. Se puede estar en el congelador por largo tiempo y solo sacar lo que vayas a comer en ese momento. Yo aquí debo confesar que probé de congelarlo por separado (la pasta de plátano por un lado y la salsa de toffee por otro) con la intención de cortar a trocitos el caramelo y así encontrarlos con cada cucharada de helado, pero fracasé. No sé el motivo pero el toffee no cuajó. Así que al final opté por prepararlo como te he dicho. Y la verdad es que es una combinación fabulosa. También puedes escoger tener el helado en el congelador y a la hora de servirlo, ponerle un chorrito de toffee por encima, como puedes ver en la foto:
Para que quedara más estético en la foto, puse un par de rodajas de plátano encima a modo de decoración. Así de un solo vistazo queda claro que se trata de un helado de plátano.
Si estás falto de energía, un poco depre o simplemente quieres darte un capricho sin dejar de comer saludablemente, éste helado es la solución. Sino….ya me lo dirás, jejejej. Hasta la próxima, golos@s!!!
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