Tengo que contaros la historia de esta receta.
Soy una fanática de los cacharros de cocina. me pierden los moldes, las tazas, los pañitos...cualquier cosa por inútil que parezca, si es de cocina, me gusta.
Y claro, ya me falta sitio para todo lo que tengo...pero siempre encuentro un hueco para algo más jajaja
El caso es que cerca de mi localidad hay una tienda que es una maravilla en este tipo de cosas. Se llama Enjuliana (seguro que la conocéis) y yo siempre que voy acabo trayéndome algo. Y no solo porque tengan prácticamente de todo lo que busques, también por que Bea, es un encanto como vendedora.
Bea además de regentar este negocio es la propietaria del blog Tú eres el chef, un blog precioso lleno de increíbles recetas. Bueno pues como os decía, Bea me estuvo asesorando para un molde que quería comprar, pero hablando y hablando me informó con detalle de los moldes del chiffon cake. Los chiffon cake son unos bizcochos super esponjosos que se hornean en unos moldes especiales, igual que el Angel Food.
La particularidad de estos moldes es que tienen un fondo desmontable removible, son de aluminio y tienen una chimenea central que reparte de forma uniforme el calor por el centro del bizcocho. La gente conoce estos moldes porque suelen tener tres "patitas" en la parte superior que son muy importante para el desmoldado.
Bea me contó que había hecho un bizcocho el día anterior con este molde e ¡incluso me lo dio a probar! Ya con sus explicaciones me tenia convencida pero fue probar el bizcocho y le dije: Me tienes que pasar esta receta. Y me la pasó, y aquí está, una auténtica delicia que cuando probéis veréis que no os exagero nada si os digo que es uno de los mas esponjosos que he probado.
Bueno, pues todo este rollo es para que si tenéis ocasión de haceros con un molde es estos probéis la receta, aunque en un molde normal de los de toda la vida, con agujero central, también os puede quedar estupendo.
INGREDIENTES:
4 huevos
120 gr de harina
150 gr de azúcar
1 plátano maduro pequeño
60 ml de aceite de girasol
90 ml de agua
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de levadura química
1 cucharadita de vainilla liquida
1 pizca de cremor tártaro (esto es opcional, sirve para dar firmeza a las claras, pero no es imprescindible)
2 cucharaditas de cacao puro en polvo
Azúcar glass para espolvorear
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos es montar las claras a punto de nieve en la thermomix. Pondremos la mariposa y programamos 3 minutos a velocidad 3 1/2. Cuando notemos que ya están semi montadas echamos por el bocal un pellizco de crémor tártaro (si lo tenemos) y dejamos que se acaben de montar. Las reservamos aparte y lavamos el vaso. Esto se puede hacer perfectamente con unas varillas eléctricas.
En un bol mezclamos la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Reservamos.
A continuación ponemos las yemas, el agua, el aceite y la vainilla y batir 15 segundos a velocidad 4. Añadimos el plátano troceado y volvemos a batir 20 segundos a velocidad 4.
Incorporamos la mezcla de harina, azucar, sal y levadura, batimos 20 segundos a velocidad 4.
Ahora vamos a sacar esta mezcla a un recipiente grande y con una espátula iremos añadiendo poco a poco las claras montadas. hay que mezclar con movimientos envolventes.
Cuando tengamos la masa bien mezclada, la separamos en dos recipientes a partes iguales más o menos. Y a una de las partes le añadimos las dos cucharaditas de cacao.
Ahora iremos echando de forma alternativa masa de plátano y encima masa de cacao, sin mezclar. Hasta acabar toda la masa.
Se me ha olvidado contaros que este tipo de moldes no se debe engrasar. Parte de su función consiste en que la masa se "agarre" a las paredes, pues después al acabar la cocción lo pondremos boca abajo. Es característico de los chiffon cakes que las paredes estén algo "desconchadas" ya que al no engrasar el molde, cuando desmoldamos pasando una espátula o cuchillo romo por el borde se quede algo pegado.
Bueno sigo con la receta. Metemos en el horno a 180º, con calor arriba y abajo y sin ventilador, durante unos 40 o 45 minutos. Hacemos la prueba del palillo y si sale limpio ya lo tenemos hecho.
Ahora viene lo curioso, inmediatamente después de sacar el molde del horno, le damos la vuelta con un paño y lo ponemos boca abajo apoyado en sus tres patitas. Se quedará un hueco que hará que el aire circule y el bizcocho no quede apelmazado.
Lo dejaremos así hasta que esté completamente frío. Entonces con una espátula o un cuchillo sin filo para no dañar el molde (yo usé una espátula de silicona que tengo muy finita), la pasaremos por todo el filo del bizcocho hasta que se despegue. Entonces se nos quedará pegado al fondo del molde y volveremos hacer lo mismo. Se despega con facilidad.
En el caso de que no uséis este tipo de molde, el procedimiento es el mismo que cuando hacéis un bizcocho normal. se me ocurre que probéis a poner el bizcocho sobre una rejilla para que ventile. Creo que el resultado sería similar.
Mezclamos harina, azúcar, levadura y sal. Reservamos.
Vamos a montar las claras.
Ya están, las reservamos aparte.
Ahora batimos las yemas, aceite, agua y vainilla.
Incorporamos el plátano y batimos otra vez.
Ahora agregamos la mezcla de harina, azúcar, levadura y sal,
Mezclamos con las claras poco a poco.
Separamos las masas y a una de ellas le añadimos cacao.
Ahora vamos echando masa de plátano..
Y masa de cacao.
Así alternativamente hasta acabar.
Ahora toca hornear.
Y recién horneado damos la vuelta y dejamos boca abajo hasta que se enfríe.
¿Lo véis?
Al enfriar le ponemos azúcar glass por encima a través de un colador.
Mirad que veteado tan bonito. ¡Y está requete esponjoso! Uno igual que este pero mas grande es el que he llevado al trabajo para compartir con mis compañeros porque hoy es mi santo.