No creo que haya nada que de más antojo que unos churros con chocolate un domingo por la mañana… y lo peor de todo ¡tener que salir a comprarlos!. Sabemos que es un pecado que podemos cometer muy de vez en cuando, pero con el método de hacerlos de mi suegra, el pecado pasa a ser “pecadillo”.
Os puedo prometer que estos churros caseros salen tan ricos y poco pringosos que no necesitan ni una servilleta para secar el aceite una vez que los sacas fritos, y es que no hay nada que me guste menos que esos churros que son aceite puro que te hacen gastar más servilletas de la cuenta.
Así que aprovechando que he venido a pasar unos días en casa de mis suegros en Aldeahermosa de Montizón (Jaén), he pedido a mi suegra Marcela que hiciera su espectacular receta de churros caseros para tenerla recopilada y que vosotros también conozcáis como hacer unos churros así de ricos y bonitos.
A la hora de hacerlos podéis elegir miles de formas, ya sean rectos, con forma de lazo, unidos por ambos extremos, de corazón, etc. Luego simplemente espolvoreados con azúcar o mojamos en chocolate ¡a mi me gustan hasta con el café!
Bueno, no os doy más la lata que seguro que os apetece tener ya la fórmula secreta de estos churros caseros que ni salen pringosos, ni saltan en la sartén, ni dejan uno vivo en el plato. Y como receta tradicional y hogareña que es, las medidas os las damos también con la fórmula de toda la vida, que os aseguro que es la que nunca falla ;)
VER RECETA COMPLETA EN FUENTE ORIGINAL (enlace de abajo)