Primero: hacer icing blanco.
Segundo: teñir el blanco con un poco de colorante crema o ivory.
Tercero: añadir una cantidad muy pequeña de rosa -ojo con el rosa, es traicionero y a la mínima se nos hace fucsia-.
Cuarto: si tenemos un color demasiado fuerte, vale la pena poner 2 ó 3 gotitas de colorante blanco para rebajar la intensidad. Sobre todo teniendo en cuenta que con el paso de las horas todos los colores tienden a oscurecerse.
Y quinto: jugar con otros dos colores, amarillo o marrón, para lograr los tonos de piel que deseemos. Porque no hay dos personas iguales y está bonito acercarnos a todos con nuestras galletas.
Voilá, a hacer personitas en galleta.