Nuevos trabajos, nuevos colegios, un buen montón de cajas y vuelta al ritmo del país con los horarios más absurdos del mundo. Pero ya estoy aquí de nuevo con muchas ganas de hacer galletas a la vez que intentaré avanzar en mi otra faceta profesional.
Y para volver a las cookies, nada mejor que volver a los clásicos. Calaveras, calabazas, momias y catrinas. Sólo hace falta un buen cortador con forma de calabaza.
¡Que paséis una noche de Halloween muy divertida!