La crema de avellanas y cacao es algo que me transporta a la niñez y me trae recuerdos de meriendas especiales. Aunque ahora es muy normal utilizarla casi a diario, en mis tiempos era algo que mi madre reservaba para ocasiones especiales. ¡Que placer apretar el bocadillo y rechupetear los chorretones que salían por los laterales! Y si además el pan estaba calentito, ya ni te digo...
Ahora mismo esas cremas de avellanas comerciales me resultan demasiado empalagosas. Llevo un tiempo reduciendo el consumo de azúcar en mi dieta y en mis preparaciones, y parece que mi paladar ya no tolera tanto dulce. Así que pensé ¿por qué no hacer una crema de avellanas y cacao para adultos, sin azúcar, ni grasas añadidas y con un toque de café ? Dicho y hecho, y el resultado ha sido de 10, al menos para mi gusto. Eso si, a los niños puede que no les convenza demasiado, pero mejor, así no nos la quitan...
CREMA DE AVELLANAS, CACAO Y CAFÉIngredientes ( Para un bote de 300 gr aprox)100 gr de avellanas tostadas
100 gr chocolate negro de postres
100 ml de leche de vaca o bebida vegetal
1 cucharada sopera de café soluble (tipo Nescafé)
Preparación
Pelar las avellanas frotándolas con los dedos, si nos quedan trocitos de piel tampoco pasa nada.
Triturarlas en el robot de cocina hasta que quede una pasta.
Trocear el chocolate y ponerlo en un cuenco, junto con el café soluble.
Calentar la leche sin que llegue a hervir y echarla sobre el chocolate.
Mezclar bien con una espátula hasta que quede cremoso.
Añadir a las avellanas y mezclar bien en el mismo robot.
(Yo NO le he añadido azúcar ni edulcorantes, pero si te parece demasiado amarga, este es el momento de añadirle lo que prefieras)
Echar en un tarro de cristal y dejar enfriar.
Guardar en el frigorífico porque no lleva conservantes.
Nota: si quieres preparar una versión más infantil no añadas el café y sustituye la mitad del chocolate de postres por chocolate con leche.
Como ves esta crema sólo tiene ingredientes naturales y nada de azúcar, ni grasas añadidas. No sale mucha cantidad, pero es mejor así porque al no llevar conservantes no dura tanto como las comerciales.
Además, los mayores también tenemos derecho a darnos una alegría de vez en cuando, como con este bizcocho de chocolate y Baileys o este otro de chocolate sin harina, uno de mis preferidos.
Besos