El verano ya está aquí y siempre viene cargado de rica fruta. Comienza la temporada de melocotones, duraznos, nectarinas, melones, sandía, albaricoque… y muchas otras más. Aprovechando que tenía bastantes duraznos de la huerta, he hecho una mermelada y este delicioso bizcocho con ellas. Ha quedado con una textura muy suave y con el sabor justo de dulzor, gracias a la combinación del caramelo de dátil junto con el azúcar. (Si no tenéis caramelo de dátil podéis sustituirlo por azúcar blanca), aunque recomiendo totalmente preparar este delicioso manjar de dátiles y tenerlo en la nevera para endulzar cualquier elaboración que hagáis, ya que se trata de un edulcorante natural con muchas vitaminas, fibra y sin azúcares refinados ni añadidos, solo contiene el que le aporta la fruta por sí sola (si queréis leer más sobre esta elaboración con dátiles, pinchando aquí tenéis la receta).
Esta receta además de ser muy sencilla, resulta ideal para aprovechar los frutos maduros que tengamos en la despensa y al mismo tiempo introducir algo más de fruta en nuestra alimentación diaria. Se pueden sustituir los duraznos por melocotones, nectarinas, e incluso por manzanas. Sin más, vamos a explicar la receta.
Ingredientes:
-4 duraznos medianas
-4 huevos
-1 vaso de leche
-1 vaso de harina
-1/2 vaso de azúcar
-1/2 vaso de caramelo de dátiles
-1 vaso de aceite
-1 sobre levadura en polvo
-1 cucharadita canela
-1 cucharadita jengibre molido
-Mermelada de melocotón
Preparación:
Pelamos 3 duraznos, las troceamos y las ponemos en un recipiente junto con los huevos, la leche, el caramelo de dátiles y el aceite. Trituramos bien. Añadimos la harina tamizada junto con la levadura. Removemos hasta integrarlo todo y terminamos incorporando las especies (canela y jengibre).
Precalentamos el horno a 180º. Pelamos el durazno que habíamos reservado, lo troceamos y se lo añadimos a la masa. Engrasamos un molde de horno y vertemos la masa en él. Horneamos durante 1 hora o hasta que el bizcocho esté hecho (lo comprobamos pinchándolo con un cuchillo). Dejamos templar, desmoldamos y decoramos con mermelada de melocotón (os dejaré la receta de la mermelada casera de melocotón próximamente). Refrigeramos un mínimo de 6 horas.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!