Los pimientos del piquillo son una de esas delicatessen que afortunadamente están a nuestro alcance en cualquier época del año gracias al sistema de conserva y sin que pierdan calidad. Lo habitual es utilizarlos como guarnición para carnes, para canapés, o rellenarlos, para lo que se prestan muy bien ya que su carne suave pero consistente y de un sabor levemente dulce combina divinamente con compañías más contundentes, como bacalao, mariscos, carnes... O solos con ajito y aceite y una copa de un rico vino blanco bien fresco. Y también, en crema. Como esta que hoy os sugiero. Acompañados de unos tropezones de esa otra maravilla que es el queso de Cabrales forman un primer plato que nos sólo seduce al paladar sino que alegra la vista con su característico y brillante color rojo. Y además es muy fácil de preparar, véalo:
Ingredientes para cuatro personas
Dos latas de pimientos del piquillo
300 gr de salsa de tomate
100 gr de queso de Cabrales
Un ramillete de perejil
Sal
Pimienta blanca
(Para la salsa de tomate vea aquíla receta)
Teniendo en cuenta que esta crema puede servirse tanto fría como caliente, preparamos la salsa de tomate con tiempo suficiente, según el uso que vayamos a darle. (Está claro que puede utilizar una salsa ya preparada, en el mercado hay algunas de buena calidad, pero mi consejo es que la haga usted mismo, la hecha en casa gana mucho en sabor y frescura, comparada con las conservas... Pero al gusto.)
Ponemos en el vaso de la batidora los pimientos con su jugo y la salsa de tomate y trituramos muy bien hasta conseguir una crema untuosa.
Pasamos por el chino o por un colador y si lo deseamos añadimos caldo de verduras hasta conseguir la densidad y textura que prefiramos. Probamos y corregimos de sal si es necesario y añadimos pimienta blanca recién molida al gusto.
Si vamos a servirla caliente la llevamos al fuego unos minutos pero sin dejar que hierva. Si la vamos a servir fría la dejaremos en la nevera hasta el momento de servirla.
Servimos con el queso de Cabrales cortado en pequeños dados y espolvoreado con un poco de perejil bien picado.