Hoy os traigo un experimento de cupcakes. Se trata de un intento de adaptación de la receta de tiramisú para hacer cupcakes, y el resultado ha sido bastante bueno. Ahí va la receta:
Ingredientes:
Para el bizcocho:
150 g de harina
60 ml de leche
225 g de azúcar
65 g de mantequilla
3 huevos
3 yemas de huevo
1 cucharilla y media de levadura
1pizca de sal
extracto de vainilla
café
Frosting de Mascarpone:
250 ml de nata
200 g de queso Mascarpone
60 g de azúcar glas
Elaboración:
Ponemos el azúcar al baño maría y removemos, añadimos los huevos completos y las yemas y seguimos removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto. A continuación lo retiramos del fuego y batimos con varillas hasta que la mezcla se vuelva blanquecina y añadimos la harina, la levadura y la sal, que previamente habremos tamizado.
En otro cazo ponemos la leche con la esencia de vainilla y calentamos. Cuando comience a hervir retiramos del fuego y añadimos la mantequilla para que se derrita.
Cuando la mantequilla se haya derretido, vertemos la mezcla sobre la anterior de huevos y harina, removiendo para que no se cuajen los huevos con el calor.
A continuación, ponemos la mezcla en nuestras cápsulas de cupcakes y los llevamos al horno, que previamente habremos precalentado a 180º. Los dejamos unos 20 minutos hasta que la superficie esté dorada o al pincharlos el palillo salga limpio.
Cuando hayan enfriado, los pinchamos y mojamos con café, para intensificar el sabor a café, yo les puse además con un jeringa, para que así estuvieran mas jugosos. Dejamos reposar un rato, mientras que preparamos el frosting de mascarpone.
Para ello montamos la nata. En un bol a parte, mezclamos el azúcar con el queso mascarpone y después le añadimos con cuidado la nata. Decoramos nuestros cupcakes con esta mezcla y metemos en la nevera. Igual que hacemos con el tiramisú tradicional, decoramos con cacao en polvo antes de servirlos.
Espero que os haya gustado esta receta, y Buen Provecho!