El vegetarianismo nació como una opción minoritaria, pero se está extendiendo por todo el mundo cada vez más. El culto al cuerpo y el deseo de tener una calidad de vida mejor, están llevando a que muchas personas se decanten por este estilo de vida, basado en la ausencia de productos animales en las comidas.
Aunque cada vez son más las dudas sobre el vegetarianismo que se van aclarando sobre el mundo del vegetarianismo, hay muchas que aún quedan por explicar. Especialmente las relacionadas con los beneficios que aporta esta dieta a la salud o los problemas que puede acarrear su vertiente extrema.
Una combinación inteligente
Muchos relacionan la ingesta exclusiva de vegetales a la tenencia de una salud perfecta. La dietista Marta González Caballero, nos comenta que "es cierto que el vegetarianismo se considera una opción cardiosaludable" estando indicada "en ciertas enfermedades ligadas con el exceso de colesterol en los que la exclusión de carnes grasas, lácteos enteros y embutidos y el aumento de cereales integrales, frutas, verduras y legumbres, disminuyen el riesgo de cúmulo de colesterol en las arterias".Sin embargo, no hay que pensar que sólo siendo vegetarianos comemos saludablemente. La experta explica que "el vegetariano estricto o vegano, excluye de su alimentación diaria todo tipo de alimentos de origen animal, incluyendo la miel". Esto puede acarrear problemas para la salud si no se sabe actuar correctamente, por lo que la especialista recomienda que los vegetarianos aseguren el aporte de todos estos nutrientes a través de una combinación inteligente de los alimentos y, si es necesario, a través de complementos dietéticos.
Es por tanto necesario, no pensar que la dieta vegetariana es una opción única para estar sanos. Ser vegetariano está más relacionado con una idea de vida que como una opción de salud, ya que, como nos comenta la dietista, "se recomienda que, para que no haya carencia ni exceso de nutrientes, se incorpore diariamente la máxima variedad de grupos de alimentos".
Menús sanos
Se suele relacionar el vegetarianismo con la falta de nutrientes esenciales. La más común de estas carencias suele ser la de la vitamina B12 que se encuentra en la carne animal, en el pescado o los lácteos, entre otros. La experta advierte que las personas vegetarianas tienen que "asegurar un aporte suficiente a través de alimentos enriquecidos como la leche de soja y los cereales. También contienen pequeñas cantidades de B12 los productos de soja fermentada, como el tempeh y el miso".
Otro de los nutrientes fundamentales son las proteínas. La especialista aclara que las que contienen los vegetales "son incompletas, es decir, les falta uno o varios aminoácidos esenciales que son básicos para el mantenimiento del organismo". Pero se puede hacer algo para enriquecer esa carencia como, por ejemplo, "combinar legumbres (ricas en lisina) con cereales (ricos en metionina) o legumbres (ricas en lisina) con frutos oleaginosos y semillas (ricos en metionina)".
De esta forma, un menú de lo más completo y saludable para veganos podría estar compuesto, como nos expone la dietista, de "lentejas con arroz, alubias con pasta, tortitas de maíz con fríjoles, cuscús con garbanzos y verduras, garbanzos con trigo pan o piñones, soja con arroz y verduras, ensalada de lentejas con nueces y el humus o paté de garbanzos", entre otras muchas delicias.
Aunque es cierto que las personas vegetarianas probablemente carezcan de muchos de los problemas cardiovasculares derivados de la ingesta de comidas excesivamente grasas, no podemos extender este estilo de vida hasta llegar a considerarlo la panacea perfecta para erradicar, por ejemplo, la obesidad. Esta enfermedad no sólo está ligada a comer o no carne y vegetales, sino a no saber comer bien, equilibrando los nutrientes, junto con otros factores no ligados a la alimentación, como la genética o el sedentarismo.
Agradecimientos: a la dietista-nutricionista Marta González Caballero.
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