Estos vinos provienen de una de las regiones vitivinícolas más famosas y antiguas de España: el Marco de Jerez, un triángulo geográfico en el sudoeste de Andalucía, junto a la desembocadura del Guadalquivir. Los vértices de este triángulo se encuentran en las ciudades de Jerez de la Frontera, el Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. El clima cálido de esta zona y su tierra calcárea producen este toque especial del Jerez que es, y ha sido tan admirado a lo largo de la historia.
El vino de Jerez emplea tres variedades distintas de uva: la Palomino, la Pedro Ximénez y la Moscatel. Las distintas variedades de uva, el tiempo envejecimiento y la permanencia del 'Velo de Flor' (una capa de levadura que aísla el vino y lo protege contra el contacto del aire), dan como resultado interesantes tipos de vino de Jerez:
Manzanilla: se trata de un vino pálido de color amarillo rojizo, de sabor seco y fresco. Es ideal para tomar con mariscos, pescados blancos salazones, encurtidos, espárragos o jamón ibérico.
Fino: parecido al anterior, este vino posee un brillante color dorado, y un sabor delicado y ligero.
Amontillado: tiene un color que se mueve en tonalidades de topacio y ámbar. Su sabor de acidez equilibrada y aroma a hierbas aromáticas y avellanas, lo hacen adecuado para consumirse con frutos secos, ahumados o sopa.
Oloroso: de color ambarino con reflejos caoba, el Oloroso presenta un aroma cálido, con notas de madera y nuez. Tiene mucho cuerpo y es muy sabroso. Potencia los sabores de quesos curados, embutidos, atún, carnes de caza y guisos de carne.
Palo Cortado: este vino tiene un color caoba más claro que el Oloroso, y presenta un sabor profundo y delicioso.
Pale Cream: tiene un color dorado pálido y un ligero toque dulce, muy agradable para el paladar. Exquisito si se toma junto a frutas frescas.
Medium: este vino presente un sabor seco de entrada, que se torna en dulce poco a poco.
Cream: de color caoba oscuro y cuyo aroma recuerda a turrón y caramelo, posee una textura aterciopelada, con un sabor dulzón.
Moscatel: el Moscatel es de color caoba intenso y de sabor dulce, con toques cítricos, ideal para consumirse junto a pasteles, helados o ensaladas de frutas.
Pedro Ximénez: este famoso vino presenta un color ébano, y un aroma que recuerda a higos, dátiles y pasas, junto al olor de la miel.
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