En Irlanda se bebe mucha cerveza. Pero no cualquiera, sino de calidad. La cerveza Guinness es la más preciada porque su sabor esconde muchos secretos. Esta cerveza, de color marrón oscuro, está realizada con cebada tostada que se mantiene sin fermentar, siendo esto lo que le da un sabor especial y lo que la ha convertido en uno de los símbolos de la isla.
De la cerveza a la patata
La Guinness está formada por agua, cebada, malta, lúpulo y levadura de cervecero. Encontrar este tipo de cerveza en nuestro país no es fácil debido a que no la venden en cualquier bar, pero tampoco es una tarea imposible, pues la podemos encontrar en determinados supermercados y, sobre todo, en auténticas tabernas irlandesas.
Otro producto típico de esta isla es la patata. Este tubérculo aparece prácticamente en todos los platos, ya sea frito, asado o hervido. En una misma receta puedes encontrar patata cocinada hasta de tres maneras diferentes. Pero tampoco debemos olvidarnos de la col, una de las verduras que más abundan en los platos de este país.
El menú del día
Los anglosajones empiezan por la mañana tomando un desayuno bastante abundante. Si quieres imitar a los irlandeses, tendrás que tener a mano, nada más y nada menos que beicon, salchichas, huevos fritos al plato o bien revueltos y judías. Y todo ello acompañado de tostadas con mantequilla, mermeladas, cereales y, por supuesto, café o té. Recomendamos especialmente la mermelada de whisky.
Además de los simples bocadillos de jamón y queso suave, muy comunes en todas las tabernas irlandesas, este país también tiene sus platos tradicionales. Entre los más conocidos, encontramos el irish stew, el plato nacional por excelencia. Servido en una especie de cuenco, lleva patatas, cebollas, hierbas y cordero cortado a dados. Si lo quieres hacer en casa es muy sencillo, ya que recuerda al tradicional estofado español.
Salados y dulces
El buey a la Guinness también es típico y lo podemos encontrar en la gran mayoría de los pubs irlandeses. Tampoco faltan los fish and chips, baratos y con el sabor que tanto los caracteriza. Los pescados son muy preciados y buenos en Irlanda. El salmón, cocinado de diferentes maneras, es un exquisito manjar que nunca puede faltar. Normalmente, va acompañado de zanahorias y patatas.
Entre los postres, las tartas son muy ricas y suculentas. El baileys, el licor irlandés por excelencia, se convierte en protagonista en el pastel baileyschessecake, uno de los mejores dulces del país. También destacan los pasteles de chocolate, de diferentes clases, así como los bombones de fino chocolate de Guinness.