¿Os he dicho ya que la crema pastelera me vuelve loca? Pues ahora ya lo sabéis. Golosa, golosa como nuestra Anjana pero con una debilidad especial por las cremas.
Ya que en una entrada anterior aprendimos a hacerla, lo mejor es que vayamos utilizándola siempre que se presente la ocasión y hoy la ocasión se ha presentado en forma de mil hojas de crema pastelera y merengue. Sólo con ver las fotos empiezo a salivar y eso que soy consciente de la mala calidad que tienen.
Tenía en casa unas láminas de hojaldre que iba a utilizar para hacer unas rosas de manzana (que ahora parece que todo el mundo las hace y no iba a ser yo menos) pero se me ocurrió que siendo un postre tan visto no pasaba nada si lo dejaba para más adelante.
Es impresionante el sabor que tiene. De nuevo, para la crema, tomo la receta de Ana Olsson, que hasta el momento es la que más me gusta. Unida al hojaldre y el merengue…. Si podéis esperar, os aconsejo dejar un ratito en la nevera. Así, fresquita, no demasiado, salen unos milhojas riquísimos.
¡¡¡Vamos, a la cocina.!!!
Ingredientes:
2 láminas rectangulares de masa de hojaldre.
Crema pastelera
Canela en polvo
Azúcar glas
Azúcar
Para el merengue:
300 grs. de azúcar
80 ml. de agua
110 grs. de clara de huevo
Elaboración:
Preparamos todos los ingredientes y utensilios, como siempre y encendemos el horno a 180ºC.
Para esta receta es necesario tener un termómetro de cocina ya que el merengue italiano lo requiere.
Colocamos en la encimera las dos láminas de hojaldre, extendidas y juntas, como si fuesen una sola. Las estiramos un poquito con el rodillo y cortamos longitudinalmente en tres trozos iguales. Pinchamos con un tenedor y espolvoreamos con azúcar.
Los trozos de los laterales nos quedarán más grandes que los dos centrales, que al estar unidos quedarán del mismo tamaño a los anteriores. Estos que tienen menor longitud serán los que vayamos a utilizar para la capa central del pastel.
Horneamos el hojaldre y cuando tenga apenas un leve tono dorado lo sacamos del horno. Si durante la cocción se eleva, lo que debemos hacer es pincharlo de nuevo con el tenedor. Lo dejamos que enfríe sobre una rejilla para que no se humedezca.
Ya podemos empezar a hacer nuestro merengue italiano.
El primer paso consiste en poner en un cazo el agua junto con el azúcar y dejar que se vaya haciendo un almíbar, controlaremos con un termómetro la temperatura. Cuando alcance los 100ºC, en la amasadora y con el accesorio de la varilla empezamos a batir las claras a velocidad media-alta. Cuando nuestro almíbar alcance los 118ºC ya podemos retirarlo del fuego.
Sin que dejar de batir las claras, que ya habrán aumentado de volumen y blanqueado, les vamos vertiendo en hilo el almíbar
y dejamos que continúe batiéndose hasta que baje la temperatura hasta los 40ºC. En este momento ya tenemos un merengue bien firme.
Ahora recortamos el hojaldre procurando que las tres láminas sean lo más iguales posible (recordad que la del centro en realidad son dos trozos y no uno). Tomamos la primera lámina que nos va a servir de base y la ponemos sobre una bandeja o una superficie plana.
Extendemos sobre ella nuestra crema pastelera.
Encima colocamos las dos laminas que al unirlas son una y sobre estas extendemos el merengue.
Tapamos con el hojaldre que nos queda y con ayuda de un colador vamos cubriendo con azúcar glas ésta última capa. Terminamos de decorar con canela.
Recomendaciones:
El merengue se endurece más si se deja enfriar en la nevera unas horas. Una vez montado el milhojas, lo dejé toda la noche. Al día siguiente con un cuchillo lo hice porciones, después lo cubrí con el azúcar glas y finalmente lo decoré con la canela. Es preferible dividirlo antes de decorarlo de esta manera no estropearemos la decoración.
Para trocearlo, mejor utilizar un cuchillo de sierra.
Twittear