Fuente: http://www.morguix.com/2013/03/nueva-yorky-new-york-cheesecake.html
Bueno, pues por fin puedo traeros algo de mi viaje.
Como algunos sabéis, el pasado mes estuvimos una semanita en Nueva York… con más frío del que creo haber pasado en toda mi vida (más que en Segovia, más que en estaciones de esquí… ¡tremendo, jajaja!), pero encantada de haber descubierto una ciudad sorprendente en todos los aspectos.
No son sólo los rascacielos.
No sólo es que haya de todo lo que quieras comprar (¡lástima de limitación de peso en los equipajes!), o que con sólo cruzar 3 calles, pases de Colombia a la India, y un poco más allá estés en la misma China.
Es que, a pesar de su inmenso tamaño, resulta una ciudad acogedora, con gente de lo más amable, y en la que te sientes como en tu casa… cosa que jamás había imaginado.
Yo procedo de una ciudad grande (no tan grande como NY, claro), y, con gran dolor de mi corazón, doy fe de que la gente suele ir mucho más “a su rollo”, y de que en las tiendas no te atienden con tanta amabilidad, por regla general.
Y siempre hay algo abierto, siempre hay vida en la calle… a pesar del viento helador.
No os voy a aburrir a fotos; de hecho, he sacado menos esta vez, por puro miedo a quitarme los guantes, jajajaja (las manos se te quedaban congeladas en décimas de segundo). Así que, salvo estas poquitas, he pensado en ofreceros un regalito neoyorquino mejor: un NEW YORK CHEESECAKE.
Habrá pocas personas más fanáticas de las tartas de queso que yo. Me como hasta las horrorosas tartas industriales, con esa mermelada más falsa que Judas Iscariote, así que con eso os lo digo todo, jajaja.
Pero mi favorita de toda la vida de Dios es ésta. He rebuscado por la red, he leído montones de recetas, y, al final, me quedo con ésta de Mary, que, os aseguro, para mí es LA TARTA DE QUESO, así, con mayúsculas.
Con mis tuneos, claro: intenté aligerarla un pelín utilizando queso Philadelphia Light, puse algo menos de queso y un yogur más. Y, claro, utilicé tagatosa, y galletas aptas para diabéticos. En cualquier caso, os pondré también la receta original, y, como casi siempre, la versión con/sin Thermomix (que luego dicen por ahí que sólo sabemos cocinar con Thermomix, y bla, bla, bla…jajaja).
Eso sí, os lo aviso: sale muy altita, y cunde mucho, porque llena (aunque, por mí, me la zamparía entera yo solita, así reventara, jajaja).
Y vamos con la receta:
INGREDIENTES:
Un paquete y medio de galletas María (en mi caso, galletas Digestive Gullón sin azúcar)
90 gramos de mantequilla (quizá un pelín más podría haceros falta, depende del tipo de galleta).
700 gramos de queso crema, tipo Philadelphia (Mary pone 900)
3 yogures griegos (375 gramos-Mary pone 200 gramos)
125 gramos de tagatosa (o 250 gramos de azúcar)
3 huevos
El zumo de medio limón
3 cucharadas de harina
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la cobertura: 1 hoja de gelatina, 300 gramos de fresas o frambuesas (pueden ser congeladas), el zumo de medio limón, 3 cucharadas de tagatosa o 4 de azúcar
PREPARACIÓN:
Necesitamos un molde redondo desmontable, de unos 22 centímetros de diámetro.
Forraremos la base con papel vegetal, y lo untaremos con mantequilla.
Precalentamos el horno a 200º.
Para la base: Trituramos las galletas (en Thermomix, las partimos en trozos, las ponemos en el vaso y damos varios golpes de Turbo hasta que se trituren por igual), y las reservamos.
Derretimos la mantequilla (en Thermomix, sacamos la galleta molida y fundimos la mantequilla durante 1 minuto y medio a temperatura 90º y velocidad 3), y la mezclamos con las galletas (en Thermomix, programamos 2 minutos a velocidad 3).
Con esta pasta forramos el molde (podemos cubrir sólo la base, o también los laterales), apretando bien con las manos. Y lo meteremos al congelador mientras hacemos la crema.
Para la crema: Batimos el queso (en Thermomix, ponemos la mariposa en las cuchillas, y programamos 1 minuto a velocidad 3).
Y vamos añadiendo poco a poco (en Thx., mantenemos la misma velocidad, sin programar tiempo), los yogures, el azúcar, el zumo y la vainilla, hasta que obtengamos una crema fina. Añadimos la harina, y mezclamos muy bien, que no queden grumos (En Thx., 1 minuto a velocidad 2). Ahora, añadiremos los huevos 1 a 1. No hay que batir mucho, para que no entre aire a la crema. Sólo incorporarlos (En Thx., ponemos velocidad 2 y vamos añadiendo los huevos; en cuanto se incorpore el último, paramos).
Sacamos el molde del congelador, vertemos la crema...
... y horneamos durante 10 minutos a 200º.
Bajaremos el horno a 120º, y horneamos durante 30-40 minutos más (tiene que salir casi seco el palito al pincharla, pero no seco del todo).
Apagamos el horno, y dejamos la tarta dentro varias horas, hasta que esté a temperatura ambiente. Y entonces la meteremos en la nevera, mejor de un día para otro.
Para la cobertura: Hidrataremos la hoja de gelatina en agua fría durante 5 minutos.
Ponemos al fuego en un caso las fresas o frambuesas troceadas, el zumo, y el azúcar o tagatosa, removiendo constantemente, y, si lo preferimos, trituramos las frutas con un tenedor (a mí, como a Mary, me gusta que haya trocitos, no triturarlas).
Cuando esté caliente, añadimos la gelatina bien escurrida, y removemos hasta que se disuelva.
Vertemos la salsa sobre la tarta, y metemos a la nevera hasta el momento de servir. Desmoldamos, pasamos a un plato o fuente de servir… ¡Y A DISFRUTAR!.
Espero que os guste