Buenas amig@s.
Siempre se ha dicho que la pasta es el típico plato que un estudiante hace o un soltero con poco tiempo se prepara para salir del paso.
Tengo que decir que esta receta es cierto que es rápida (al igual que hace cualquier persona para comer rápido) pero a su vez es muy pero que muy rica. Conseguiremos poner la pasta al dente y con la salsa conseguiremos un sabor a queso que según rebajemos con más o menos nata será más intenso.
El tipo de pasta a usar es indiferente, yo he usado unos tallarines. Solo tienes que seguir las instrucciones de cada marca para saber el tiempo de cocción perfecto.
Ingredientes:
Pasta al huevo: 160 gramos
Nata o crema de leche: 200 ml
Queso curado: 175 gramos
Cebolla: media unidad
Bacon: 100 gramos
Elaboración:
Vamos a empezar cortando la cebolla en trozos pequeños. Un buen consejo por si lloráis con la cebolla es mojarla un poco así.
Con el bacon haremos lo mismo, juntaremos varias lonchas, le cortaremos la gelatina y cortamos a trozos finitos. Si no quieres quitarle la gelatina no hay problema ya que al pasarlo por la sartén el tacto en la boca es crujiente y no gelatinoso.
Por otro lado vamos a coger una cuña del queso que más nos guste para este plato. Yo en concreto he elegido un queso curado de cabra y lo he cortado a trozos también para que luego se disuelva mejor con la nata.
Cogemos un cazo y añadimos agua (también un poco de sal si te apetece aunque yo no añadí ninguna), cuando empiece a hervir añadiremos la pasta y seguiremos las intrucciones del fabricante, en este caso eran unos 6 minutos cuando el agua rompa a hervir.
Una vez que hayan pasado esos 6 minutos, escurrimos y le añadimos un vaso de agua fría para cortarle la cocción y evitamos que la pasta se apelmace.
Ahora ponemos una sartén en la vitrocerámica con un chorrito de aceite de oliva y cuando esté caliente le añadimos la cebolla y pochamos un poco, luego añadiremos el bacon. Lo haremos en ese orden ya que la cebolla necesita más tiempo que el bacon.
Lo pondremos a fuego lento y apartamos.
Ahora vamos con la salsa de queso que es lo interesante de este plato y no tiene absolutamente ninguna dificultad. Cogemos un cazo y añadimos la nata, ponemos a media potencia y luego añadiremos el queso hasta que se funda. Importante no ponerlo muy fuerte para que la nata no se queme.
Cuando la salsa de queso ya esté, solo tenemos que añadir la pasta en la sartén con la cebolla y el bacon, añadir la pasta y luego la salsa de queso.
Con esto tenemos nuestro plato listo, nos vemos en el siguiente vídeo y cualquier duda solo tienes que escribir.