Ya en otra de las recetas con pollo (pollo en salsa de almendras) os he hablado de sus grandes beneficios, como por ejemplo que es una fuente de proteína de calidad, de fácil digestión y con muy pocas grasas. Las proteínas del pollo contribuyen al desarrollo muscular, mejora el desarrollo y ayuda a mantener un peso corporal saludable y a bajar de peso. El 70% de la grasas se concentra en la piel, con lo que bastará con retirársela para no aportar calorías de más. Por otro lado, previene la osteoporosis; es un antidepresivo natural por su contenido en triptófano; contiene una cantidad considerable de hierro, selenio, fósforo, potasio y zinc; es ideal para la salud de la vista y esencial para el crecimiento de los tejidos cutáneos sanos (repara la piel seca y dañada).
Combinada con la salsa de curry y almendras resulta una textura delicada pero con un sabor intenso por la potencia que le aporta el curry. Esta especia contiene múltiples beneficios sobre el organismo, por ejemplo alivia el dolor y la inflamación, es ideal para una correcta digestión, es un potente antioxidante, previene el alzhéimer, reduce la presión arterial, fortalece el sistema inmunitario, fortalece los huesos, previene el cáncer de mama, colon o de próstata.
La simplicidad a la hora de preparar la receta y su exquisito sabor, hará que la tengáis presente más de una vez a la semana. Y aquí también os dejo el enlace de otras recetas riquísimas, elaboradas con pollo: cúpulas de manzana y pollo, canutillos de pollo relleno, pollo en salsa de almendras). Os encantarán!
Y sin más os cuento cómo prepararla.
Ingredientes:
-4 pechugas de pollo
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-1 cucharadita de curry
-150 gr. queso crema light
-3 cucharadas de leche
-30 gr. almendras
-Aceite de oliva y Sal
Preparación:
Cortamos las pechugas en cuadrados pequeños, las salpimentamos y las doramos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Retiramos a un plato y reservamos. En esa misma sartén pochamos la cebolla y los ajos, previamente pelados y cortados muy finamente.
Por otro lado, tostamos ligeramente una sartén, con un pizquito de aceite de oliva, las almendras, hasta que estén doraditas. Reservamos.
Finalmente, mezclamos en un cuenco pequeño el queso crema con el curry y la leche y vertemos sobre la cebolla y ajos pochados. Removemos con una cuchara de madera y cocinamos un minuto, removiendo para que no se pegue. Añadimos la pechuga troceada y las almendras. Volvemos a remover y dejamos a fuego lento durante 2 minutos. Servimos enseguida.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!