Los alimentos frescos que podemos encontrar en el mercado (carnes, pescados, frutas, verduras, hortalizas, etc., tienen unos precios que fluctúan según determinadas circunstancias económicas, aunque en general, dentro de cada grupo, hay unos que son más baratos que otros.
En la pescadería la diferencia del precio entre especies es bastante considerable, pero hay algunas que son muy asequibles, como la pescadilla y la sardina. La primera, es un pescado blanco estrechamente vinculado con la merluza, pero de precio sensiblemente menor. Su forma y tamaño pernmite que podamos comprar unidades o raciones para hacer guisos o asados. Las sardinas, por su parte, son más pequeñas y se clasifican dentro del pescado azul. No se suele consumir una sóla, sino que se cocinan por varias unidades, generalmente fritas o asadas, pero existen otras formas buenísimas de disfrutarlas. A continuación destacamos recetas con estos pescado baratos como protagonistas, cocinados con otros ingredientes igual de asequibles.
Recetas con pescadilla
Pescadilla a la espalda (receta de Sernur)
Ingredientes: 1 pescadilla por persona, dientes de ajo en láminas, sal y aceite.
Elaboración:
Se abre el pescado a la mitad y se le quitan las espinas (lo hacen también en la pescadería) Se fríen unos ajos en láminas y se echan por encima del pescado. Después de haberle echado sal, se mete al horno 8 minutos y listo para comer o cenar.
Más recetas con pescadilla:
Pescadilla en papillote con gambas
Recetas con sardinas
Moraga de sardinas (Receta de Carmerosa)
Ingredientes: sardinas, aceite de oliva, 2 ajos de dientes, 1 pimiento verde, 1 cebolla mediana, 1 tomate grande sin piel, vino blanco y perejil picado.
Elaboración:
Limpiar las sardinas, quitándoles las cabezas, las tripas y las escamas. Abrirlas por la mitad y quitar la espina, procurando que queden unidas por la cola los dos lomos. Enjuagarlas bien, escurrirlas, salarlas al gusto y reservarlas.
En una sartén echar un buen chorreón de aceite de oliva. Picar en trozos las hortalizas. Salpimentar al gusto y pochar a fuego lento. Una vez pochado añadir un chorreón de vino blanco y colocarlas encima del refrito con la piel hacia arriba, dejándolas hacer durante unos cuatro o cinco minutos; el tiempo suficiente de que se evapore el vino. Espolvorear perejil picado.
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