La sardina, uno de los pescados azules más conocidos, es un alimento tan económico como recomendable y que debería estar más presente en la dieta habitual: aporta abundantes proteínas de gran calidad y sus grasas son muy saludables, con abundantes poliinsaturados Omega 3. Además, las sardinas son ricas en vitaminas D y minerales.
Las sardinas en conserva tienen varias ventajas: no requieren limpieza ni preparación alguna, están siempre listas para el consumo, no necesitan frío para su conservación y, además, se puede ingerir su espina, muy buena fuente de calcio de fácil absorción por el organismo, al ser la sardina rica en vitamina D, que facilita la asimilación del calcio.
Hoy os voy a proponer 3 recetas muy sencillas con sardinas en conserva.
PATE DE SARDINAS
Mezcla sardinas en escabeche con queso de untar y unas gotas de tabasco. Bate y ya lo tienes listo para untar donde tu quieras.
TOSTA CON SARDINAS
Haz un guacamole con guacamole, tomate, cebolla y limón. Extiéndelo sobre pan y culmina con una sardina en conserva.
ENSALADA SIMPLE CON SARDINAS
Parte en rodajas una patata cocida. Mézclala con pimiento morrón y granos de maíz. Agrega sardinas en conserva y riega con una vinagreta.
Otro día seguimos con más recetas de sardinas, hay un montón.
¡¡Buen provecho!!