Ingredientes (para 3 layer cakes de 15 cms.):
Una remolacha cruda ( yo usé una cocida que viene en paquetes de 2 para ensalada)
Zumo de limón
2 cucharadas de vinagre de manzana
125 gramos de yogur griego sin azucarar
125 ml. de aceite de girasol
200 gramos de azúcar blanquilla
2 huevos M
1 cucharadita de extracto de vainilla o pasta de vainilla
250 gramos de harina
1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar ( yo uso Callebaut)
2 cucharaditas rasas de levadura química
Para la cobertura de queso crema:
Una tarrina de queso crema (200 gramos)
100 gramos de nata vegetal ( podéis usar nata normal + 2 cucharadas de azúcar + una cucharadita de vainilla)
Decoración (opcional):
Flores naturales comestibles
Merenguitos
Sprinkles de corazones
Preparación:
Precalentamos en horno a 150ºC.
Al usar una remolacha que ya viene cocida y pelada, la trituramos en un robot de cocina hasta hacer un puré y lo pasamos por un chino, a esto le añadimos el vinagre y un chorrito de zumo de limón. Si usaseis remolacha fresca, tendríais que lavarla bien y pelarla antes de triturar.
Al puré de remolacha le añadimos el yogur griego sin azúcar y el aceite hasta que tengamos una mezcla homogénea. Al no usar mantequilla, la receta es mucho más rápida, ya que no tenemos que batirla aparte hasta esponjar.
A continuación, añadimos el azúcar, los huevos y la vainilla. Recordad que cualquier aroma, especia, ralladura o lo que sea que añadáis a vuestros bizcochos, será más fácilmente asumible por la masa y se le incorpora con el huevo.
Agregamos por último la harina, el cacao y la levadura tamizados y mezclamos hasta que esté todo integrado.
Vertemos en los moldes rociados con spray desmoldante ( o con papel sulfurizado) y horneamos unos 20-25 minutos a 150ºC o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Para la crema de queso, en un bol batimos el queso crema hasta que tenga una textura suave, agregamos la nata vegetal y montamos.
Para el montaje de la tarta, la ponemos uno de los bizcochos en el plato o stand donde la vayamos a servir. Con ayuda de una manga pastelera y una boquilla redonda, hacemos puntos encima del bizcocho hasta cubrir toda la superficie. Encima colocamos la otra capa de bizcocho y repetimos la operación.
Decoramos a nuestro gusto.
"Con este post participo en el reto facilisimo de postres para San Valentín"