Tenía ganas de preparar algo más "sangriento" sin que llegase a dar miedo y que pudiese complementar a mis Halloween Treats: Calabazas, Jack Skellington y Momias. Sé de muchos que este fin de semana vais a celebrar una fiesta de disfraces terroríficos en vuestras casas, y porqué no sorprender a vuestros invitados con una mesa dulce totalmente ambientada? Además que todo está riquisisisiisisisimo!
Esta tarta ha nacido como una investigación de muchos blogs y redes, así que puedo decir que es un "machambrá" de muchas webs. Para el bizcocho Red Velvet me he basado en la receta de Sanda, La receta de la felicidad (he modificado algún ingrediente y adaptado cantidades); para la crema, me he basado en la receta de crema de harina de Megasilvita (también he modificado cantidades y la he adaptado para que sea de leche condensada); para la decoración he cogido ideas de Cakemerchant y Savour the date. RED VELVET DRIP CAKE (NATURAL - REMOLACHA)
Molde redondo 11cm de diámetro (3 pisos)
INGREDIENTES para el bizcocho Red Velvet:
85ml Buttermilk (aprox. 75ml de leche y 10ml de vinagre blanco)
150g Remolacha cruda
1 y 1/2 cucharada de Vinagre de vino blanco
Zumo de 1/2 limón
85g Mantequilla
130g Azúcar
1 Huevo L
1/2 cucharada de pasta de Vainilla
160g Harina
1 y 1/2 cucharadita de Levadura química en polvo
1/2 cucharada de Cacao en polvo PREPARACIÓN del bizcocho Red Velvet:
Precalentamos el horno a 160º con calor arriba y abajo. Engrasamos con spray desmoldante o mantequilla nuestros moldes (yo he usado 3 moldes para Layer Cake de 11cm de diámetro, aunque podéis hacerlo en un único molde teniendo en cuenta que el tiempo de horneado aumentará). Reservamos para uso posterior.
Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente y cortada a dados para que adquiera una textura pomada, blanda pero no deshecha.
En un bol juntamos la harina, el cacao y la levadura. Tamizamos y reservamos.
Preparamos el Buttermilk con las cantidades especificadas antes. Dejamos reposar entre 10 y 15 minutos. Veréis que se vuelve grumoso, como si se cortase.
Pelamos y cortamos la remolacha en dados pequeños y lo metemos en una trituradora. Incorporamos también el vinagre,el limón y el buttermilk. Trituramos hasta conseguir un puré fino, sin grumos. Reservamos. *También podéis hacerla con remolacha cocida, os será más fácil de triturar y que quede liso pero el color no será tan rojizo como con la remolacha cruda.
Batimos la mantequilla con el azúcar, primero a velocidad media y luego a velocidad alta hasta que blanquee. Añadimos el huevo y seguimos batiendo a velocidad alta para que la mezcla adquiera aire.
A nuestra masa, incorporamos la pasta de vainilla y el puré de remolacha. Mezclamos a velocidad media hasta que se integre completamente. La mezcla parecerá cortada pero no os preocupéis, es por la cantidad de líquido añadida.
Por último, incorporamos los ingredientes secos tamizados: harina, cacao y levadura. Mezclamos suavemente, con una espátula de mano o a la velocidad mínima, con movimientos envolventes.
Repartimos la mezcla de nuestro Red Velvet en los tres moldes, a partes iguales.
Metemos en el horno durante unos 30 minutos, hasta que al pinchar los bizcochos con un palillo, éste sale limpio y seco.
Cuando esten perfectamente horneados, dejamos que se enfrien en una rejilla. Pasados unos 10 minutos, retiramos del molde para que se enfrien totalmente. Si lo necesitáis, con una lira, igualáis la altura de las tres capas de bizcocho antes de poner la crema (yo no he tenido que hacerlo ya que he sido muy precisa en las cantidades de cada molde y todos han salido igual de altos).
INGREDIENTES para la crema de leche condensada:
150ml Leche
3 y 1/2 cucharadas de Harina
170g Mantequilla
70g Azúcar glas
5 cucharadas de Leche condensada
PREPARACIÓN de la crema de leche condensada:
Calentamos ligeramente la leche (en el caso de que la tengáis en la nevera) y le añadimos la harina. Con unas varillas, removemos bien para que no se formen grumos. Ponemos en un cazo a fuego medio, y veréis como se va formando una bechamel. Debemos ir mezclando con unas varillas sin parar ya que sinó la mezcla se engancha en la base del cazo. Cuando la bechamel esté densa y pastosa, retiramos del fuego. Dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente.
Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que adquiera una textura pomada.
En el bol de nuestra batidora, tamizamos el azúcar glas. Le incorporamos la mantequilla y batimos aumentando la velocidad progresivamente hasta conseguir una mezcla blanquecina.
Añadimos la bechamel (que ya estará fría - es muy importante que no esté nada caliente o puede deshacer la mantequilla y no conseguiremos obtener la crema). Seguimos batiendo durante 1 minuto hasta que se integre por completo y no haya grumos.
Cucharada a cucharada y a velocidad baja, vamos introduciendo la leche condensada. La cantidad es un poco al gusto, yo he puesto bastante (por no decir mucho!) pero pensad que contra más leche condensada, menos consistente queda la crema, así que debemos ir con cuidado. * Si queréis aromatizar la crema con otro sabor que no sea la leche condensada debéis: aumentar un poco el azúcar, reducir un poco la harina y añadir la pasta/esencia que más os guste).
Con esta crema de leche condensada, rellenamos y cubrimos nuestra Drip Cake. Os recomiendo meter la crema en la nevera un rato antes de usarla para que coja cuerpo y consistencia y os sea más fácil decorar vuestra tarta.
*La tarta Red Velvet también combina a la perfección con mi Crema de Queso perfecta o una buena SMBC de chocolate blanco. Son sabores que casan a la perfección y aportarán el toque dulce que necesita este bizcocho.
INGREDIENTES para el drip y la decoración:
Cobertura blanca
Una nuez de mantequilla
Marshmallows (nubes blancas)
Colorante negro
Colorante rojo PREPARACIÓN del drip y la decoración:
Empezamos realizando el salpicado a la tarta. Para ello, diluimos una pizca de colorante negro en unas gotas de leche. Mojamos un pincel y con el dedo raspamos los pelos del pincel para que salpique el colorante en la tarta (cubrid la superficie donde lo hagáis porque lo pringa todo!).
Para hacer el goteado rojo, deshacemos cobertura blanca al baño María. Cuando esté prácticamente deshecho y si es un poco espeso, añadimos una nuez de mantequilla y mezclamos. Teñimos con un poco de colorante rojo, hasta conseguir el tono deseado. Dejamos temperar un poco y repartimos por la superficie de la tarta, realizando el goteado con cuidado.
Para hacer los fantasmas, necesitamos marshmallows de diferente tamaño. Con un pincel fino y colorante negro, pintamos los ojos. Colocamos para decorar nuestra tarta (si la cobertura está endurecida y no se engancha, podéis usar un poco de la crema de leche condensada para pegarlos).
Un bizcocho super esponjoso, con un color que cautiva y un sabor que sorprende, que combinada con la crema de leche condensada hacen un dúo impresionante. Me hace pensar en las tartas de zanahoria o calabacín... que no saben para nada a dichos ingredientes! Pues aquí igual, tiene su propio sabor, su propio matiz...sana y natural... diferente al de una Red Velvet elaborada con colorante (que también me fascina, por cierto). Debéis de probarla!
Espero que os animéis a preparar esta tarta sangrienta para Halloween. Vais a dejar a todos con la boca bien abierta.
Besooooootes <3