El aumento de las temperaturas que conlleva el verano trae consigo pequeñas modificaciones en los hábitos de vida que permiten adaptarse mejor a los calores estivales. Es el caso de la nutrición, que se fundamenta en comidas frescas, productos ligeros y mucha hidratación. La fruta, sin duda alguna, es uno de nuestros mejores aliados.
En el mercado no sólo podemos encontrar las habituales piezas de fruta que están presentes todo el año, sino que ya en junio comienzan a comercializarse las deliciosas frutas de verano. Melocotones, sandías, melones, albaricoques, cerezas... todas ellas están exquisitas y tienen algo en común: son sanas, nutritivas, hidratantes y no engordan.
Fácil digestión, mejor sabor
La fruta es una de las mejores formas de alimentarse en verano: es fácil de comer, se puede disfrutar a cualquier hora, como tentempié o desayuno, y permite elaborar deliciosos zumos. Además, en verano podemos encontrar una gran variedad a precios muy bajos, ya que la producción es muy elevada, tanto de frutas tradicionales como de injertos y productos tropicales.Por si fuera poco, sus propiedades alimenticias son muchas y de calidad: su gran cantidad de vitaminas y minerales hacen de este producto un aliado fresco contra las altas temperaturas. La fruta es hidratante también gracias a su alto contenido en líquido, además de favorecer el tránsito intestinal por su aporte esencial de fibra.
La fruta permite, asimismo, reponer fuerzas cuando estamos agotados gracias a sus dosis moderadas de hidratos de carbono y azúcares. Por cierto, si quieres aprovecharte de todas las propiedades beneficiosas de la fruta, tómala entre horas y no como postre, ya que su gran proporción de agua hace que fermente rápidamente en el estómago.
Albaricoques
Esta fruta exquisita destaca por su aromático sabor y su alto contenido en vitaminas y minerales. 100 gramos de albaricoques aportan unas 50 calorías de las que apenas 8 suponen materia grasa. Muy ligero como fruta fresca, también se puede disfrutar en su variante seca, con excelentes propiedades diuréticas y beneficiosas para el tránsito intestinal.Los albaricoques frescos son ricos en vitamina C, hierro y betacarotenos, lo que los convierte en un alimento muy necesario en casos de anemia. Sus dosis importantes de potasio permiten eliminar agua y sal.
Cerezas
Se trata de una de las frutas más consumidas en verano, por su intenso sabor y su reducido tamaño, lo que las convierte en ideales tentempiés para picar entre horas. Las cerezas son de las frutas más energéticas del verano, aunque si te preocupa el peso, debes saber que 100 gramos apenas representan 75 calorías, una nimiedad si lo comparamos con los 'aperitivos' de los que se suelen abusar entre comidas.Excelente como diurético; así como antioxidante por sus importantes dosis de vitamina C, las cerezas disponen de un alto contenido en silicio, provitamina A, hierro, magnesio y potasio, aunque estos tres últimos elementos están más presentes en la variedad de cereza negra. Además, reducen los niveles de ácido úrico, lo que constituye un remedio natural contra la gota.
Melocotón
Procedentes de Asia, los melocotones son un excelente aliado contra el sobrepeso. Con apenas 40 calorías por 100 gramos, esta fruta es muy fresca, sabrosa y rica en fibra, además de ser ideal para elaborar multitud de postres, así como jarabes, compotas y mermeladas.Es muy rica en sodio y aporta dosis moderadas de vitamina C, lo que garantiza protección al organismo frente a agresiones externas. Por si esto fuera poco, el melocotón purifica la piel.
Melón
Se trata de otra de las frutas más ligeras que existen, además de refrescante y muy típica de los meses de verano. Sin duda, es mejor disfrutar del melón entre horas o antes de comer, y apenas aportan 50 calorías por cada 100 gramos. Los melones de pulpa naranja son más ricos en vitamina C que el resto de variedades, no obstante proporcionan importantes dosis de este elemento, además de pro-vitamina A (betacarotenos).Son puro líquido, lo que los convierte en altamente diuréticos, además de favorecer el tránsito intestinal gracias a la fibra que contienen. ?Sabías que la infusión de pipas de melón se utilizaba como medicina contra los problemas renales?
Sandía
Al igual que el melón, la sandía es casi todo líquido, por lo que se considera un excelente depurativo y diurético. Además, es mucho más ligera que el melón: sólo tiene 30 calorías en 100 gramos, lo que hace de esta fruta una pieza clave en los regímenes de adelgazamiento. No sólo no engorda, sino que, además, posee propiedades saciantes y calma como ninguna la sed.Por si esto fuera poco, la sandía es muy nutritiva: su mayor baluarte es la vitamina C, aunque también contiene cantidades moderadas de vitamina A, B1, potasio y fibra. Como el melón, al estar compuesta por agua fundamentalmente, tiende a fermentar si se toma después de la comida, por eso debemos tomarla como desayuno, merienda o simplemente entre horas.
Recetas con frutas de verano:
Zumo de mora y sandía
Zumo de albaricoque
Compota de cerezas
Dulce de sandía
Melocotones al café