Una de ellas es no comer carne los viernes durante la Cuaresma, de ahí que se consuma más pescado, como el típico bacalao (en potaje, albóndigas, en pisto...) y que hagamos también unos dulces caseros riquísimos. En mi familia siempre se ha hecho en esta época arroz con leche y torrijas. Y como yo soy pésima cogiéndole el punto al arroz, lo que te traigo hoy es una receta de torrijas versión light. Porque no se nos puede olvidar que ya llega también el verano!!
Las torrijas tradicionales se preparan fritas, en abundante aceite, pero a mi el aceite me sienta muy mal...me da ardores y me deja el estómago muy pesado. Por esto, y porque estoy dispuesta a comenzar ya la operación bikini, vamos a ver cómo se prepara la versión light de las torrijas.
Ingredientes para realizar las torrijas light:
-2 ramas de canela
-1 cucharada de canela en polvo
-1 litro de leche desnatada
-1 barra de pan duro
-1 cáscara o piel de naranja
-2 huevos
-2 tazas de azúcar
Te recomiendo que, antes de nada, veas el video del proceso de como realizar torrijas light en sólo menos de 3 minutos y te ayudará a entender mejor la explicación (una imagen vale más que mil palabras!). Aquí lo tienes:
Comenzaremos cortando la barra de pan duro (de dias atrás) en rodajas de unos 2 cm de grosor. No las cortes muy finas o se quebrarán al empaparlas. Ahora, infusiona la leche, las ramas de canela y la naranja. Así, la leche tomará un sabor delicioso que hará a las torrijas más jugosas.
Mezcla el azúcar con la canela en polvo, hasta que esté todo homogéneo.
Bate los huevos bien en un plato hondo y prepara una bandeja de horno con papel sulfurizado o papel de aluminio. Ahora, ve empapando cada rodaja de pan en la infusión de leche ya templada, escurriéndola un poquito para quitar el exceso y que no se rompa el pan. Pásala después por el huevo y coloca en orden todas las rebanadas en la bandeja de hornear.
Espolvorea por encima de cada rebanada un poco de la mezcla de azúcar y canela en polvo, y hornea a unos 180º durante 30 minutos. Una vez pasado el tiempo, cuando estén doradas, sácalas del horno, y cuando aún estén calientes, rebozálas un poco en la mezcla de azúcar y canela, para darle un extra de sabor.
Colócalas sobre un recipiente y déjalas enfriar. Y ya están listas para tomar!! Es un postre delicioso y económico. A mi me encanta porque es la mejor forma de utilizar esos restos de pan que hemos ido acumulando durante 2 o 3 dias.
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